El hecho de que Sergio haya sido lo mejor del Celta describe de alguna manera la clase de partido jugado por los vigueses ayer. Sin mucho trabajo en los primeros cuarenta y cinco minutos (en los que el Celta dominó la escena con cierta suficiencia), el de Catoira se hizo presente en el segundo tiempo con tres intervenciones que evitaron un final más inquietante. Sobre todo en las dos últimas acciones, muy claras, en las que Imaz y Collantes llegaron ante él y en ambos casos se encontraron con la acertada salida del meta gallego que conjuró el peligro. También tiene especial mérito teniendo en cuenta que viene de perder el puesto de titular en Liga y Europa League.