Nediam Nori Vargas, la velocista venezolana que esta temporada reside en Vigo y milita en el Celta, viajaba ayer a casa, donde pasará las vacaciones navideñas. Regresa como nueva plusmarquista nacional en cuatro modalidades por pura casualidad y cierto truco. Explora, en realidad, territorio ignoto para el atletismo femenino de su país.
Braga acogía el pasado domingo el campeonato del norte de Portugal de pruebas combinadas en pista cubierta. El grupo céltico que prepara el olímpico David Gómez había planeado acudir. En el mitin se disputaban otras pruebas, entre ellas un 200, una de las especialidades de Vargas. David Gómez le propuso a su compañera de club que los acompañase. Las pistas bracarenses son lugar de peregrinación habitual para los atletas celestes ante la falta de instalaciones bajo techo en el sur de Galicia.
Es su entrenador de siempre, Douglas, el que planifica desde Caracas la preparación de Nediam Vargas, a quien el céltico Alberto Salgado supervisa en Vigo. Disputar ese 200 cuadraba en el diseño de la temporada. Una vez allí, Vargas acordó con David Gómez anotarse en las pruebas combinadas. Su idea era disputar los 60 metros vallas simplemente como calentamiento para el 200, renunciando a las demás pruebas del péntatlon. Vargas fijó un crono de 9.25. El primer récord nacional de la jornada. Venezuela tampoco posee pistas cubiertas de atletismo, que en general escasean en Sudamérica. Los únicos registros oficiales proceden de visitas al extranjero. Ya había plusmarcas en 60 metros lisos (7.41 de Purica Andrea), 800 (2.11:42 de Valentina Medina), 3.000 (9.40:36 de Joselyn Brea), salto de pértiga (4.52 de Rosbeilys Peinado), longitud (6.37 de Jhoanmy Luque) o triple salto (14.69 de la campeona mundial y subcampeona olímpica Yulimar Rojas). Pero no de 60 metros vallas. La céltica acababa de ejercer de pionera.
Vargas quiso entonces correr el 200. Ni ella ni Gómez habían leído el reglamento del campeonato, que impedía a un atleta competir en dos pruebas. Así que los jueces frustraron el punto central de su agenda. La venezolana decidió entonces completar el péntatlón. Hizo marcas de 1.35 en altura, 11.33 en peso, 4.81 en salto de longitud y 2.41:30 en 800. En total, 3.001 puntos, solo por detrás de Anabela Soto (3.774) en Braga. En el balance, también récords venezolanos en peso, altura y péntatlon.
No es que sean cifras extraordinarias. Peso y 60 metros vallas son las más reseñables. Tienen mérito para una atleta joven (22 años), pero muy centrada en la corta distancia. Aunque de pequeña practicó pruebas combinadas, padece carencias técnicas en las disciplinas más complejas. "Como posee fuerza y velocidad, se le notaba ligero el peso en la mano", explica David Gómez. "Podría ser una buena atleta de combinadas, pero no mejor de lo que es en velocidad. Ahí es de talla mundial".
