"Estoy más alucinado que contento", sentencia Xoán Ledo poco después de conocer su convocatoria por parte de la selección española absoluta. El jugador lalinense del Villa de Aranda forma parte de la lista presentada ayer por el seleccionador nacional absoluto masculino, Jordi Ribera, para iniciar el próximo día 26 de diciembre la preparación del Campeonato del Mundo de Francia que se jugará entre el 11 y el 29 de enero. Se trata de su segunda convocatoria. "Hace dos años y siendo juvenil me convocaron para una concentración en Hungría. Fue algo de urgencia por una lesión. Era más fácil llamarme a mí que estaba con la selección juvenil que llamar a otro portero. Esta vez ya es algo más oficial", explica.

El portero del Villa de Aranda participará únicamente en la actividad que se llevará a cabo en Madrid entre el 26 y el 30 de diciembre. "Va a haber un grupo bastante grande de jugadores y su presencia es buena para ayudar a Gonzalo y a Rodrigo en esa primera parte de la actividad, además he entendido que es bueno que un júnior empiece a tener la actividad con el grupo mayor para irse adecuando y que podamos ver cómo se maneja", ha explicado el seleccionador sobre la presencia de Ledo.

A pesar de estas condiciones, Ledo destacó la importancia y el orgullo que supone poder estar en esta concentración. "Aquí están jugadores que son de lo mejor del mundo. Solo poder entrenar con ellos es increíble", manifestó, al tiempo que destacó compartir trabajo diario con Pérez de Vargas (F.C. Barcelona) y Rodrigo Corrales (Orlen Wisla Plock), los otros dos metas convocados. "Son dos porterazos y también son dos referentes para mí".

Ledo ve de esta manera cómo su carrera en el balonmano de élite da un paso más hacia delante. El jugador formado en el BM Lalín dio el salto hacia el balonmano de más alto nivel con su fichaje por el Barcelona. El pasado verano y a pesar de contar con oferta de diferentes países se decidió por el Balonmano Villa de Aranda. "Mi temporada va pareja a la del equipo. Comencé muy bien, con muchos minutos, pero una lesión me frenó. A partir de ahí Ricky, mi compañero, empezó a parar muy bien", argumenta.