Hugo Mallo regresa a la defensa celeste en San Mamés, un campo tradicionalmente esquivo, donde el Celta busca un triunfo que le permita despedir el año a rebufo de los puestos europeos. El capitán celeste vuelve después de tres partidos ausente por su expulsión en Ipurua en los que las cosas no le han ido del todo bien al conjunto de Berizzo, que ha sumado 4 de los últimos 9 puntos en juego y ha mostrado un inquietante déficit defensivo: 7 goles en 3 encuentros.

Mallo fue sancionado con cuatro partidos de suspensión por llamar (supuestamente) "sinvergüenza" al árbitro que dirigió el choque contra el Eibar. Al tratarse de una infracción grave el lateral celeste pudo cumplir uno de los encuentros en el primer asalto de la eliminatoria de la Copa del Rey frente al UCAM de Murcia, con lo que estará a las órdenes de Berizzo el próximo lunes frente al Athletic.

La sanción tampoco impidió al marinense disputar el último partido de la fase de grupos de la UEFA Europa League (UEL) ante el Panathinaikos, un choque decisivo en el que el Celta certificó en Atenas el pase a los dieciseisavos de final del torneo con una gran actuación de Mallo, que proporcionó a Guidetti la asistencia en el primer gol celeste y contribuyó decisivamente a que el cuadro celeste concluyese el choque con la portería a cero.

No encajar goles será uno de los objetivos del conjunto de Berizzo en San Mamés. En la Liga no lo consigue el Celta desde el pasado 25 de septiembre cuando derrotó, sin Mallo en el once inicial, al Espanyol (0-2) con tantos de Giuseppe Rossi y Pione Sisto en el descuento. El técnico aprovechó este partido para dar descanso al capitán, que hasta ese momento lo había jugado todo en la competición doméstica y sustituyó a Sergi Gómez en el tramo final del partido.

Era la segunda vez que los celestes conseguían mantener su portería a cero esta temporada en la Liga. Anteriormente lo habían conseguido en Pamplona, frente a Osasuna, en un choque que concluyó con un empate sin goles y que dio al cuadro celeste su primer punto del actual curso.

Aunque la defensa no ha sido esta campaña el punto fuerte del Celta, que ha pagado un alto precio en determinados partidos en los que ha salido dormido, como la goleada encajada en El Madrigal (5-0), la segunda parte del duelo contra el Atlético en Balaídos (0-4) o las remontadas cedidas en ventaja en el estadio Gran Canaria o el Benito Villamarín, lo cierto es que el promedio de goles encajados por el equipo de Berizzo se ha incrementado en los tres partidos en los que Hugo Mallo ha tenido que cumplir su sanción.

En los duelos frente al Granada, el Betis y el Sevilla, el conjunto vigués ha recibido 7 goles, que arrojan una media de 2,3 tantos por partido. En los 12 compromisos ligueros anteriores los celestes tuvieron que sacar la pelota desde el centro del campo en 22 ocasiones que les supuso un promedio de 1,8 goles en contra por encuentro.

Ambas cifras resultan demasiado elevadas y confirman que Berizzo no ha dado todavía con su cuarteto ideal, a pesar de haber probado hasta ocho combinaciones defensivas diferentes. Tanta rotación se explica por la obligación de alternar la Liga con la UEFA, además de los imponderables competitivos derivados de sanciones y lesiones.

Los dos cuartetos defensivos más repetidos por Berizzo han sido: Mallo-Cabral-Roncaglia-Jonny y Mallo-Cabral-Sergi-Roncaglia, utilizados por el técnico en tres ocasiones cada uno. Le sigue, con dos encuentros, las combinaciones Mallo-Cabral-Sergi-Jonny y Roncaglia-Cabral-Sergi-Jonny.

El entrenador del Celta ha probado alguna vez otras tres defensas: Mallo-Roncaglia-Sergi-Jonny; Jonny-Costas-Fontás-Roncaglia; y Mallo-Sergi-Fontás-Planas. El defensor más utilizado por Berizzo ha sido el argentino Facundo Roncaglia, a quien el preparador celeste ha utilizado en las cuatro posiciones de la zaga. Mallo es el cuarto en número de minutos, pero Berizzo le ha dado descanso en un partido y se ha perdido otros tres por sanción.