El Celta Zorka anticipa el final de la primera vuelta. Las celestes, que aprovecharon un reciente viaje a Cataluña para solventar dos enfrentamientos, culminan esa ronda inicial este sábado (18.30) en Navia. El partido abunda en ingredientes interesantes. Las celestes, en su mejor momento, tras haber ganado de forma consecutiva a tercero, cuarto y quinto del grupo A, reciben al Aros Patatas Hijolusa, líder invicto. En sus once victorias han tenido protagonismo Marta Canella, excapitana celeste, y Paloma González, la gran joya de la cantera viguesa hasta este verano.

Los triunfos sobre Segle XXI (51-65), Cortegada (72-50) e Ibaizabal (42-49) han permitido al Celta Zorka enderezar el titubeante arranque liguero y equilibrar sus registros (6-6). "Ahora mismo es cuando estamos mejor, sobre todo atrás. Eso nos está permitiendo competir sin estar muy finas en ataque. Llegamos al final con opciones. En los últimos partidos igualados hemos tenido suerte y los hemos sacado. La gente ya sonríe un poco más", describe la entrenadora celeste, Cristina Cantero.

El balance llegó a ser de 2-5. Números digeridos sin dramatismo pero con mayor preocupación que en anteriores campañas ahora que el punto de mira se fija en una cota superior. Cantero detalla el proceso: "El club ha dicho que vamos a intentar estar cerca de la fase de ascenso. El objetivo no es subir, como han dicho algunos, sino estar cerca y competir. Empezar perdiendo supuso una decepción y nos creó muchas más inseguridades. ¿Cómo podemos estar abajo cuando el equipo está hecho para estar arriba? Bueno, porque al final la liga te pone en tu sitio. A todos nos ha costado un poco entrar en la dinámica, relajarnos y centrarnos en el trabajo desde la calma".

La plantilla, por otra parte, sufrió una remodelación profunda con la llegada de Arsenic, Okoye, Alaeze y Senosiain. En la estructura canterana también se produjo un relevo generacional superior al planificado. Una dinámica de crecimiento en competición, conforme las piezas fuesen acoplándose, era previsible. Aunque la entrenadora confiesa: "Esperaba que rindiésemos un poco antes en cosas básicas. Hemos ido con demasiada lentitud. Nos cuesta avanzar. Cambiamos algunas rutinas para intentar ir más sobre seguro y competir mejor, como afianzar nuestra defensa. El equipo tiene margen de mejora. Los resultados dan más seguridad, que es lo que necesita un equipo jovencito. Ellas empiezan a creer en el grupo, en la de al lado y en que lo que estamos haciendo nos lleva a buen puerto".

Es la plantilla con más jugadoras foráneas desde la renuncia a Liga Femenina 1. "Nos ha costado más que las de fuera entiendan qué queremos nosotros. Pero el peso del vestuario lo llevan las de casa, entre Laura y Loureiro, que son las capitanas, e Ylenia, que ya lleva un año y por veteranía aporta toda su experiencia. Esa labor ha sido clave", advierte Cantero. "El resto son muchas y jovencitas. Al empezar con tanta inseguridad, se generaron muchas dudas. Eso nos ralentizó. Hay que ir puliéndolas poco a poco y con trabajo".

Pese a la mejoría, el Aros ostenta la etiqueta de favorito en el duelo de Navia. "Es un equipo peculiar. Su línea exterior está de dulce. Meten todo lo que tiran. Se van a ochenta puntos con facilidad. Es un juego muy alegre, vistoso, todas tocan bola y tiran muchísimo de tres. Anotan diez o doce triples por partido, una barbaridad para nosotras, que anotamos tres o cuatro el día que mejor estamos. Si vamos a ese tipo de partido, no tenemos ninguna posibilidad. Si logramos imponer nuestro ritmo, que predominen las defensas, con mucho físico y choque, ahí tenemos opciones".