Goran Maric ya no juega al fútbol. Se retiró hace poco más de un año después de sufrir tres operaciones en una rodilla. "Tuve una lesión parecida a la de Borja Oubiña y decidí que era mejor dejarlo", reconoce desde Novid Sad (Serbia), donde reside junto a su padre, el que también fuera jugador del Celta Zoran Maric. El delantero serbio también fue uno de los protagonistas en la fase de ascenso que disputó el Celta B. No logró el ansiado objetivo de subir a la Segunda División A. A pesar de ello, guarda un "magnífico recuerdo de aquella época. Compartí vestuario con Iago Bouzón, Iago Aspas, Roberto Lago o Dani Abalo". Desvela que todavía mantiene contacto con ellos de forma habitual. Pasó por numerosos equipos y una larga estancia en Vigo, ciudad a la que regresa de vez en cuando. Una de esas formaciones fue el filial del Barcelona. Allí coincidió con Luis Enrique, que afrontaba su primera temporada como entrenador. En la actualidad ya tiene el título de segundo nivel de entrenador y ejerce de ojeador para descubrir nuevos talentos entre los jóvenes de la cantera serbia.