El proceso gripal de Radoja obligó a Berizzo a concederle la titularidad a Marcelo Díaz en el centro del campo, en un partido de mucha exigencia física y en el que la estrategia podía suponer un gran inconveniente para el Celta por la altura de los rivales. El Sevilla no parecía ajustarse, a priori, a las características del pivote chileno. Pero Balaídos pudo disfrutar ayer del Marcelo Díaz más brillante, el que ha conducido a la selección chilena a los mayores éxitos de su historia. Manejó el juego del Celta con clarividencia y no rehuyó la refriega que libraron con centrocampistas como N'Zonzi o Iborra, que le sacaban más de dos cabezas de diferencia. A pesar de ello, El Chelo Díaz fue al choque, incluso aéreo. Ayer ejerció como "Jefesito" de un Celta que jugó un excelente partido, pese a la derrota.