Ester Navarrete, que también se adjudicó el circuito municipal en 2015, tenía que puntuar para cumplir con el reglamento que obliga a correr un mínimo de seis de las diez pruebas del Run Run Vigo. Y cumplió con creces. "Estoy muy contenta. Vine a esta carrera porque era la última del circuito y tenía que hacer una sexta carrera, y salí a fuego porque tenía que ganar el circuito sí o sí. Estoy muy satisfecha con mi carrera porque lo he dado todo. Gané también el año pasado, pero esta vez salí más fuerte porque quería asegurarme el puesto", explica. "Una vez que te pones a subir ya no sabes si subir los escalones de dos en dos o de uno en uno", bromeaba. "Estoy muy contenta, ha sido un día muy bueno y la gente, increíble. No se puede pedir más".

Navarrete venía de ganar, además, el jueves la Invasión Celeste en Balaídos. "Fue muy bonita por lo que significa para mí, como para todos los celtistas, sentir colores y que toda la gente de casa esté animándote. Es una victoria muy gratificante y que me dio energía para venir aquí con más ganas".

Para la viguesa, la clave en la prueba de ayer es "tener mucha fuerza en las piernas. Es aquí cuando te das cuenta de lo bueno que es hacer el trabajo de gimnasio. Este año estoy más fuerte", apunta.