El Celta Zorka sumó ayer su tercera victoria consecutiva, lo que le permite situarse provisionalmente en la cuarta plaza del campeonato, posición que permite disputar la fase final de ascenso a Liga Femenina. No obstantes, hay que recordar que el cuadro vigués tiene un partido más disputado, al haber adelantado el encuentro del próximo mes de enero ante el Segle XXI, de ahí que con seis victorias ocupe esa plaza.

De todos modos, lo importante es que el equipo ha hecho los deberes para el comienzo de la segunda vuelta, una fase en la que es cuando realmente se podrá ver la evolución del equipo. Desde que comenzó la temporada, el objetivo era llegar al mes de enero con la menor desventaja posible con los cuatro primeros clasificados, pero posiblemente nadie pensaba llegar tan cerca como están en estos momentos las viguesas.

Solamente queda un partido para finalizar el año y la primera vuelta, ya que recordemos ese partido adelantado jugado por el equipo vigués. Un partido que, en buena medida, puede marcar el futuro de las viguesas en la competición que, a buen seguro, quieren ser el primer equipo en derrotar al Aros de León, único equipo invicto en la temporada.

Pero sin lugar a duda el partido de ayer es el que puede marcar un antes y un después en la trayectoria del Celta Zorka. Cristina Cantero tenía muchos temores después de los problemas del equipo a lo largo de la semana. Primero con la ausencia de Laura Alonso que se tuvo que quedar en Vigo, y después por el esguince sufrido por Daisy Alaeze y los problemas de Ylenia Manzanares. Pero una vez más el equipo supo sobreponerse a las adversidades. Cuerpo técnico y jugadoras eran conscientes de que la clave en el partido estaría en la faceta defensiva. Ahí el equipo vigués estuvo a un gran nivel, ajustando las marcas y no dejando que las jugadoras vitorianas dispusieran de cómodas posiciones para lanzar, lo que provocó que el parcial del primer cuarto fuera más de patio de colegio que de Liga Femenina 2.

Pero sin lugar a dudas era el escenario perfecto para el cuadro vigués. Como no podía ser de otra manera, Ylenia Manzanares, Cecilia Okoye y Raquel Carrera comenzaron a hacerse dueñas del juego interior. Entre las tres atraparon casi los mismos rebotes que todo el cuadro vitoriano junto, y ahí estuvo la clave.

Haciendo un buen trabajo defensivo, solo quedaba aprovechar las opciones en ataque, de ahí que se jugaran ataques largos, buscando posiciones cómodas para anotar. Como no podía ser de otra forma el partido se jugó a un ritmo lento. Al descanso, el Ibaizabal ganaba por dos puntos de diferencia, 19-17, lo que dejaba a las claras que el encuentro no estaba siendo brillante y aquel que dejara su intensidad defensiva podía sufrir un duro revés.

Tras el paso por el vestuario las cosas continuaron por el mismo camino. Las defensas volvían a imponerse a los ataque, y Cristina Cantero tiraba de Raquel Carrera, que ayer hizo un curso avanzado para convertirse en una jugadora importante en el equipo.

El partido se decidió en los últimos diez minutos de juego, en donde el Celta Zorka fue capaz de dominar el "tempo" del partido, administrando a la perfección la mínima renta que consiguió en la recta final.