La selección española de balonmano femenino recuperó su esencia 'guerrera' para pasar por encima (30-18) de Eslovenia y alcanzar la segunda fase del Europeo de Suecia, después de dos derrotas en el Grupo A y sin margen de error para seguir en liza en la cita continental a pesar de avanzar con cero puntos.

Con el cariz de final anticipada, tras caer ante Suecia y Serbia hipotecando así la pelea por las medallas, España supo sacar lo mejor de sí. Lo hizo creciendo sobre pilares básicos como Silvia Navarro, Sandy Barbosa, Carmen Martín, Nerea Pena y una defensa férrea con Eli Chávez y Lara González. Una base sobre la que se fija el cambio de tercio que vive la selección de Dueñas.

Las 'Guerreras' funcionaron al unísono con el objetivo de ganar por cinco o más goles para avanzar a la 'Main Round' sin depender del duelo posterior entre suecas y serbias. Pese a la baja de Marta Mangué, las de Jorge Dueñas encontraron la fluidez en ataque y la potencia defensiva ausente en las dos primeras jornadas para encarrilar el partido en una gran primera mitad.

Siempre con las paradas de Silvia Navarro como seguro, España fue creciendo hasta endosar un parcial de 14-5 en la primera media hora, una cara bien distinta a la falta de acierto y las pérdidas de las dos jornadas anteriores. Tras el descanso, una Eslovenia con el pase también en juego apareció en el encuentro, pero las 'Guerreras' recuperaron pronto el mando y la renta sobrada que le permite avanzar en tierras suecas.

Las de Dueñas saltaron a evitar cábalas y a recuperar sensaciones. A pesar de lo difícil de la pelea por las medallas por los cero puntos, las 'Guerreras' se regalaron un encuentro brillante, con un primer tiempo de quilates. Jugando con las extremos, circulando con criterio, adelantando la defensa, todo funcionó para que a los ocho minutos España ya tuviera un margen de cinco goles de diferencia y romper el partido de salida.