El incomparable momento de Iago Aspas, un tipo que convierte en oro cada balón que toca, y la verticalidad de Theo Bongonda, que lideró el juego de ataque, no bastaron para romper el maleficio que atenaza esta temporada al Celta lejos de Balaídos pero sí alcanzaron al equipo de Berizzo para rescatar un punto de apreciable valor en un campo tradicionalmente tan complicado como el Benito Villamarín.

Rebañó el cuadro celeste un trabajado empate en un duelo eléctrico, lleno alternativas, que gobernó con evidente autoridad en una media hora inicial impecable. El Celta monopolizó la pelota y golpeó al Betis con un tempranero tanto del Midas moañés que auguraba un paseo militar.Pero llegando al descanso, en plena zozobra verdiblanca, un prescindible penalti de Fontás a Petros cambió repentinamente el decorado. Rubén Castro ejecutó la pena y dio aire al Betis, que salió en tromba tras el intervalo y aprovechó un boquete en la banda derecha celeste para ponerse en por primera vez ventaja. Aspas igualó el partido remachando en boca de gol un gran servicio de Bongonda, pero Pezzella, a balón parado, volvió a inclinar la balanza a favor los verdiblancos. Apareció entonces Roncaglia para establecer, también en una jugada de estrategia, las tablas en el luminoso e impulsar de nuevo al Celta, que acabó volcado sobre la portería de Adán. Más que un partido, una montaña rusa de alternativas y sensaciones.

Nada de esto se intuía al comienzo del choque, en el que el Celta entró a toda máquina. Aunque Víctor Sánchez del Amo, el preparador bético, formó con defensa de cinco, Berizzo prescindió el doble nueve y apostó por una formación inédita de cuatro centrocampistas (Marcelo Díaz y Radoja, Pablo Hernández y Wass) que le dio el completo control del juego. El equipo vigués acaparó el balón percutió por el flanco izquierdo aprovechando la velocidad de Bongonda, que generó una fuente inagotable de problemas a Cejudo y encontró el medio de asociarse con sus compañeros de ataque para poner en serios aprietos a la defensa rival. Así llegó, al cuarto de hora de juego, el primer gol. El belga ganó el lateral del área, sentó a su marcador y puso un centro largo que Wass recogió desde el lado contrario para servir un balón al segundo palo que Iago empujó sin oposición al fondo de las mallas. Un gol de rematador puro, desprovisto tal vez de la plasticidad de otros, pero repleto de oportunismo y astucia, que el moañés añade al más puro estilo pistolero, disparando sin inmutarse, al amplio catálogo de muescas de su mortífera pierna izquierda.

El Betis acusó el trastazo y se encerró aun más en la trinchera, abrumado por la superioridad del Celta, que circuló con fluidez, aunque sin profundidad, dando cierto respiro a su desconcertado adversario. Apenas Wass probó fortuna con un disparo lejano que Adán atrapó sin esforzarse.

Las cosas pintaban demasiado bien como para pensar en una reacción local y los de Berizzo pagaron un alto peaje por su exceso de confianza. A cuatro minutos del descanso, en una de las pocas llegadas del Betis a los dominios de Rubén Blanco, Fontás arrolló sin necesidad a Petros. El árbitro señaló el punto de penalti y Rubén Castro estableció el empate ejecutando la pena con frialdad, sin opción alguna para el mosense.

El empate mutó al Betis, que entró en el segundo tiempo con la ferocidad de un perro de presa y enseguida puso en aprietos al Celta, sorprendido por la tenacidad de la reacción verdiblanca, que encontró un punto débil por la zona izquierda de la zaga céltica. Nada más reanudarse el partido, Rubén Castro estrelló un balón en el poste tras un preciso servicio de Durmisi, quien no mucho después puso a prueba los reflejos de Rubén.

Viendo que el partido se le escurría entre los dedos, Berizzo decidió jugar la baza de Orellana. Pero el ingreso del chileno, que regresaba tras un mes lesionado, no impidió que el Betis volviese a golpear de lleno al conjunto celeste en la línea de flotación aprovechando otro agujero en la banda derecha. La acción la protagonizó de nuevo Rubén Castro, un consumado aguafiestas para el Celta, esta vez filtrando un pase al corazón del área que Sanabria convirtió en el segundo gol de los heliopolitanos tras recortar, con algo de fortuna, al portero.

Claro que si algo caracteriza a este Celta de Berizzo es su capacidad para hacer frente a la adversidad. Y la entrada de Orellana dio verticalidad al conjunto celeste, que volvió a meterse de lleno en el partido. Un lejano disparo de Aspas tras un servicio en largo del chileno fue el primer indicio y el preludio del segundo gol del moañés, a pase de Bongonda.

El tanto fue casi un acto de fe del extremo belga, que se desfondó para recoger sobre la línea de fondo un envío en profundidad de Orellana y asistir a Iago, que solo tuvo que empujar la pelota. Nueve goles, los mismos que llevan Messi y Luis Suárez y solo uno menos que Cristiano Ronaldo, el máximo artillero de la Liga, suma el artista morracense, cuyo techo parece no tener límites. Aspas ha llegado a ese incomensurable punto de gracia que distingue a los grandes futbolistas, el que separa a los muy buenos de los mejores. Lopetegui debería tomar buena nota.

Con media hora de juego por delante todavía, el problema para el Celta fue que el Betis marcó el tercero en su primera aproximación a los dominios de Rubén. Fue en un córner forzado por Pezzella que el propio central verdiblanco aprovechó para anotar el tercer tanto. El argentino sacó enorme provecho de la laxitud de Cabral en la marca y, llegando desde atrás, sin oposición, alojó el balón en las mallas con testarazo implacable.

Aunque el Celta vivió momentos de zozobra cuando Ceballos rondó el cuarto en una buena jugada de los béticos, Berizzo echó el resto dando entrada a Sisto y Rossi y acabó encontrando el empate en otra acción de estrategia. Fue tras un saque de esquina botado por Wass, en otro clamoroso fallo defensivo de la zaga bética,. El centro del danés encontró solos a Roncaglia y Pablo Hernández en el área chica y el zaguero argentino cabeceó de forma inapelable para dar al Celta un agitado punto a domicilio en un partido sin dueño.