Miguel Torrecilla se reencuentra mañana con el Celta, en el que ejerció como director deportivo durante los últimos seis años. El salmantino ha aprendido en unos meses el significado de "manque pierda", el grito con el que se identifica una de las aficiones más exigentes del fútbol español. De hecho, el primer técnico que contrató Torrecilla para el banquillo bético (Gustavo Poyet) tuvo que marcharse antes de que se cumpliese el primer tercio del campeonato. Y como tenía por costumbre en Vigo, Torrecilla convocó el jueves pasado a los medios de comunicación para realizar el balance de sus famosos "tercios".El primero de la temporada no le ha ido bien al equipo verdiblanco en LaLiga: ocupa la decimocuarta posición, con 14 puntos, a cinco del descenso, a pesar del importante desembolso económico que realizó el club el verano pasado para reforzar la plantilla con una docena de futbolistas.

"Hace diecisiete días estábamos aquí anunciando la llegada de un entrenador [Víctor Sánchez del Amo]. Está claro que algo no funcionaba bien y que tenía que cambiar. Es la primera vez que me pasa en 17 años", recordaba Torrecilla, quien en Vigo solo tuvo que destituir a Paco Herrera, ya en el segundo tercio del curso. A Abel Resino le rescindió el contrato el club al concluir la temporada, tras salvar al equipo del descenso.

"Ahora estoy en un proyecto de mucha más exigencia, muchísimo más grande. Me costó, pero la palabra "manque pierda" ya la he entendido", subrayaba el jueves Torrecilla en una rueda de prensa que se extendió hasta los tres cuartos de hora. En Vigo no necesitaba tanto tiempo para hablar de una "plantilla polivalente".

A pesar de los meses transcurridos desde que abandonó el Celta, Torrecilla no ha olvidado todavía su pasado en Balaídos. Entre sus argumentos ante la prensa sevillana no faltaron palabras como "polivalencia" o frases como "el bloque está por encima de las individualidades". Incluso mezcló el nombre de los dos club que mañana se enfrentan al mediodía en el Benito Villamarín: "Hemos formado una plantilla para el Real Club... Real Betis Balompié...".

Sí se aprecian cambios sustanciales en su trabajo como director deportivo del Betis con respecto a cuando ejercía ese cargo en el Celta. En A Madroa no contaba con despacho Torrecilla. En la ciudad deportiva bética lo pidió y ya disfruta de él: "Me lo hicieron en tiempo récord porque quería estar allí".

"Estoy apasionado con este proyecto", admite al hablar de su nuevo trabajo y ante unos medios de comunicación con los que se mostró muy próximo: "Estaba deseando estar hoy aquí con vosotros, disfrutar de esta charla con vosotros, porque esto es muy grande".

Torrecilla no perdió la ocasión para hablar de sus objetivos profesionales: "Me considero un director deportivo bastante joven, aunque tenga canas. Tengo margen de mejora y quiero mejorar en el Betis. He venido aquí para estar diez años, no estoy de paso. Ahora sé lo que es esto. Para mí es una experiencia impresionante, no una presión, sino ganas de mejorar. La ilusión es máxima", apuntó en una rueda de prensa en la que también citó el Wyscout, ese programa de seguimiento de jugadores que descubrió en el Celta, y que define como "una maravilla". Y prometió enseñarlo a la prensa sevillana: "Os invito a subir a la oficina para mostraros las imágenes de Brasanac jugando de pivote defensivo. Os abro las puertas de la oficina de par en par para que lo veáis. Cualquier día os lo traigo aquí y os lo enseño. Para el segundo tercio lo preparamos", añadió Torrecilla, que mañana se reencuentra con el Celta.