Unieron sus caminos en 2011 y juntos encontraron el camino del éxito. La madrileña Elsa Baquerizo ha puesto en manos del catalán afincado en Vigo Joan Rodríguez su preparación física. Ayer realizó una nueva visita relámpado al gimnasio Ifit, en O Vao, para una puesta a punto con la que trazar la hoja de ruta de la temporada que ya arranca junto a su compañera Liliana Fernández. En el horizonte, Tokio, la que sería su tercera participación olímpica. Pero antes, en 2017, el Mundial será el gran reto del año.

"Me hablaron de él porque ayudó a Javier Bosma en los Juegos de Sydney (donde fue plata junto a Pablo Herrera) y a algunos deportistas más de vóley playa que han estado en el World Tour. Buscábamos un preparador físico y a través de gente que lo conocía empecé a trabajar con él. Hubo un par de añitos de parón, por la distancia y eso. Intentamos probar con otra gente, pero al final volví a trabajar con él", dice la madrileña. "Me da confianza. Me ha demostrado que su trabajo funciona y me tiene a tope. Confío en él plenamente", dice.

Ayer vino a Vigo a busar los "deberes" que Joan Rodríguez tendrá que ponerle para iniciar su puesta a punto tras los Juegos de Río y un mes de vacaciones. "Me ha dicho que me va a poner muchos ejercicios, pero siempre me dice lo mismo en todas las pretemporadas", bromea.

"Hemos estado probando cosas nuevas que hasta ahora no habíamos hecho porque al final tratamos de cada año intentar optimizar al máximo. No deja de ser un deporte muy agresivo, y debemos tratar de conseguir más con menos. Que sea todo menos agresivo porque los años van pasando y las articulaciones se resienten. Debemos de tratar los ejercicios que la hagan rendir al máximo y que sean lo menos agresivos para ella", apunta el preparador físico. Ayer Elsa Baquerizo vino a Vigo "a sentar las bases de lo que va a ser este año y empezar a arrancar".

Y este año, el gran reto de la temporada será el Mundial, que se disptuará en Viena del 28 de julio al 6 de agosto. "Este año el reto será el campeonato del mundo, que es la prueba más importante. Obviamente el objetivo sería buscar medalla, pero creo que podríamos centrarnos en eso, en estar ahí arriba. El podio podría ser un objetivo, sí", anuncia Baquerizo. Joan toma nota: "Tokio es el objetivo que está ahí en mente, en un horizonte lejano. Pero este año 2017 tienen el campeonato del mundo y van marcando sus retos año a año, con los Juegos en mente claro".

Y esas premisas marcan la hoja de ruta para ambos. "Ya sabemos de qué pie cojea cada uno. Ya tenemos bastante claro por dónde ir.", apunta Joan Rodríguez. "Cuando iniciamos la temporada hay que hacer cambios, y en eso estamos". La próxima cita será, posiblemente, en Tenerife en en mes de enero, "para ver cómo va todo".

La confianza entre ellos es la base de un trabajo bien hecho. "El deportista individual es muy responsables y sabe que si afloja lo va a notar porque el rival les puede pasar por encima. Se basa en la confianza. Si tú le pides diez, sabes que va a hacer 10, o incluso 11", apunta Rodríguez. Para Elsa Baquerizo, lo complicado de trabajar a distancia es que Lo complicado es que "a veces te hace falta que esté contigo para corregir ejercicios o posturas, pero nos comunicamos muy bien y nos llevamos muy bien. Joan ha hecho mucho por mí y por mi carrera deportiva y mientras sigamos así, todo bien".

Poco antes de su primera clasificación para los Juegos de Londres empezaron a trabajar juntos. Poco a poco han ido recorriendo un camino por el que también han pasado por Río. "Ovbiamente me hubiera gustado un mejor resultado (cayeron en octavos en ambas citas olímpicas), pero a nivel personal creo que he crecido mucho en estos últimos cuatro años y estas Olimpiadas las he vivido de forma más intensa. Estaba nerviosa pero con más control y pude disfrutarlas más jugando. Estaba muy orgullosa de cómo había llegado tanto física como técnicamente. He madurado un poco más como jugadora", cuenta.

"Compitieron bastante bien", dice Joan. "Están ahí con esa espinita de no haber podido pasar de octavos ni en sus dos participaciones olímpicas ni en el Mundial anterior, pero seguro que este año va a ser mejor y sino, en Tokio". Ya han recorrido juntos ese camino y están dispuestos a volver a hacerlo. Un camino hacia Tokio que, indudablemente, pasa por Vigo.