El entrenador del F.C. Barcelona, Luis Enrique Martínez, asumió resignado un nuevo pinchazo en Anoeta ante una Real que fue "infinitamente superior" y que a su juicio mereció la victoria. "Nos llevamos un punto cuando no teníamos que llevarnos nada. La Real ha sido mucho mejor, parecía un milagro llegar al descanso con 0-0. Hemos hecho el peor partido de nuestra etapa", resumió el preparador asturiano.

Envió también un mensaje de tranquilidad a la afición culé en vísperas del Clásico: "Seguramente se verá otro Barça distinto ante nuestro gran rival", afirmó Luis Enrique.