El Céltiga sigue sin poder poner freno a su caída clasificatoria. Bien es cierto que el equipo que ayer se pasó por el Salvador Otero no es precisamente un comparsa en la categoría, pero la realidad es que el Deportivo B terminó hurgando en la herida de un Céltiga que sigue desangrándose en forma de derrotas.

El 0-2 final ha elevado a seis el número de tropiezos de los de A Illa en los últimos siete encuentros.

Quedó claro desde que el balón comenzó a rodar que los dos equipos no se iban a tomar muchas alegrías en materia ofensiva. La necesidad de los puntos para objetivos bien diferentes se hizo evidente desde el arranque.

Los dos equipos se respetaron en exceso y nadie parecía dispuesto a arriesgar más de lo debido para no desguarnecerse.