El Celta y el Standard nunca resolverán su actual empate a puntos (en caso de que ambos sumen la misma cantidad de puntos en la última jornada del grupo de Europa League) gracias al número de tarjetas o el coeficiente. Estas dos son los últimos criterios que aplica la UEFA en estos casos, pero en el caso de vigueses y belgas son inútiles. Las matemáticas dicen que antes de llegar a ese extremo, el desempate de los dos equipos siempre se resolverá antes. O por los goles que consigan fuera de casa o por las victorias fuera de casa (criterios que entran en juego si no se resuelve antes por la diferencia de goles general o el mayor número de goles totales). Es imposible que en ambas empaten los dos equipos, condición necesaria para que se llegase a contar las tarjetas.