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El Celta se complica la existencia

El equipo vigués cede frente al Standard un decepcionante empate que aboca a una proeza en Atenas sin Iago Aspas

El Celta se ha complicado la existencia en Europa con un insuficiente empate frente al Standard que aboca al conjunto de Berizzo a una proeza en la última jornada, en la que tendrá que marcar dos goles más que el cuadro belga. para clasificarse. Fracasó el equipo vigués en su intención de gobernar la pelota en un duelo demasiado directo para sus intereses, que su robusto adversario aprovechó para llevar el partido a su terreno y firmar el empate a nueve minutos del final en una acción de estrategia brillantemente ejecutada por el chipriota Laifis.

Aciaga tarde del conjunto celeste, que no encontró soluciones en la elaboración del juego con el doble nueve armado por el preparador céltico. Careció el Celta de chispa para imponer su fútbol y le faltó cabeza administrar la ventaja lograda en el arranque gracias al talento de Aspas, de cuya inspiración depende últimamente en exceso y que no podrá jugar en la última jornada en Atenas por una expulsión evitable. Faltó, en defintiva, ambición y criterio para armar el juego y sobró confianza frente a un Standard que no va como se esperaba en la competición belga,pero que en Europa ha mostrado como un adversario duro de pelar.

continuidad en la portería

La suplencia de Sergio supuso toda una declaración de intenciones de Berizzo que, después de casi dos años de alternancia, parece inclinarse por Rubén Blanco como portero titular. "Nos aporta la sobriedad que necesitamos" , dijo del mosense el preparador celeste después del partido con el Valencia. Y ha vuelto a apostar por él por tercer encuentro consecutivo, a pesar de la sanción de dos partidos que pesa sobre Sergio en la Liga y el riesgo que comportaba una posible lesión del catoirense.

La apuesta resultó acertada pues Rubén impidió que el Standard se llevase un triunfo que habría costado al Celta la eliminación con tres intervenciones decisivas a dos disparos del gigantón Belfodil y un envenenado testarazo del portugués Orlando Sá, que estrelló además un balón en el poste en una acción de estrategia. El mosense nada pudo hacer sin embargo para impedir el gol del Laifis, que remató sin oposición en el pico del área pequeña un pase de Fai en pleno acoso contra el portal celeste.

la lámpara maravillosa

En ausencia de Orellana, Berizzo volvió a recurrir al doble nueve (Aspas y Guidetti) como principal recurso ofensivo para derribar la vigorosa defensa del Standard, pero la fórmula, que había reportado al Celta sustanciosos réditos en el pasado, solo funcionó inicialmente: Guidetti estrelló un balón en el poste a los cinco minutos de juego tras recibir un magnifico pase en diagonal de Marcelo Díaz y deshacerse de su marcador a la media vuelta, y solo dos después Aspas adelantó a los celestes en uno de esos chispazos de inspiración tan suyos.

El moañés ha llegado a un punto de genialidad que no necesita demasiado para marcar. Le basta con frotar la lámpara para que la magia aparezca. Aspas es uno de esos pocos elegidos capaces de conseguir que lo difícil parezca sencillo. Su gol al Standard no es probablemente de los más bonitos que ha marcado pero merecería una entrada en cualquier catálogo de finura futbolística: control cerca de la medialuna, rápido zigzagueo para deshacerse de la marca, ingreso en el área y sutil disparo de rosca al palo largo inasequible para el portero. Otra delicia del internacional moañés, que está en un momento de forma realmente espectacular y llama cada vez con más fuerza a la puerta de Lopetegui. Su techo no conoce más límites que los que él mismo se pone cuando le pierde el carácter, como anoche, con una expulsión innecesaria que le ayudar al Celta en Atenas.

un hueso duro de roer

El enérgico arranque del Celta no intimidó al Standard, que se siempre se mantuvo en pie y no tardó en arrebatar la iniciativa a los celestes en busca del empate. Lo hizo con sus armas: el juego directo, los balones aéreos y el poderío físicos de tipos como Belfodil, un delantero imponente, que generó una fuente constante de problemas. Al conjunto celeste le costó demasiado trabajo salir con la pelota jugada debido a la superioridad del rival en el medio campo, donde brilló especialmente el francés Trebel. Marcelo Díaz no acaba de encontrar el punto de forma; Wass entró en contacto con la pelota mucho menos de lo deseable; y Pablo Hernández dio la talla en la brega pero no encontró el modo de asociarse con los tres de arriba.

el triple nueve

Tras verse obligado a retirar a Marcelo Díaz y a Jonny por sus problemas musculares, Berizzo recurrió a Rossi para buscar el gol a la desesperada en los minutos finales del partido. El experimento no dio el resultado apetecido aunque Pione Sisto, que como sus dos compañeros de ataque entró en juego de forma intermitente y fugaz, cortejó el triunfo en el último suspiro.

La expulsión por doble amarilla de Aspas convirtió la remontada en una misión imposible y aboca al Celta a una gesta en una jornada final en la que todo, salvo la ilusión, está en contra.

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