Un gol en propia meta de Iosu Villar en una acción a balón parado del filial céltico definió un derbi vigués que, como se preveía, resultó muy igualado e intenso, con bastantes acercamientos a las áreas, sobre todo por parte local, pero sin excesivas llegadas con peligro a ninguna de las dos porterías. La victoria mantiene al Celta B en la pelea por los puestos de privilegio de la tabla clasificatoria al tiempo que corta la racha de tres triunfos consecutivos de un Coruxo que, aún así, ve de cerca las plazas que dan derecho a disputar el play off de ascenso.

El once inicial del conjunto de Alejandro Menéndez no ofreció excesivas sorpresas respecto a lo esperado y a lo habitual, con la ya sabida ausencia por acumulación de tarjetas amarillas de su máximo referente ofensivo, el goleador Borja Iglesias. Así, el resto de la alineación del filial céltico respondió a lo esperado, con Juan Mera ocupando el puesto del sancionado y con Adrián Castellano de nuevo en el lateral izquierdo dejando a Samuel en el banquillo.

Por el Coruxo tampoco hubo sorpresas sobre lo previsto ni en los nombres ni en el planteamiento. Porque de inicio los visitantes cedieron el balón y la iniciativa a los locales, esperando su opción en algún contragolpe que no acababa de llegar. Mientras, el Celta B tuvo su primera buena ocasión cuando aún no se había cumplido el minuto cinco de partido, en un espléndido pase de Brais Méndez para la llegada por banda izquierda de Adrián Castellano. El lateral zurdo, ligeramente escorado, no pudo superar en el mano a mano a Alberto Domínguez, que tapó muy bien la portería con su salida.

Un cuarto de hora trató el conjunto de Rafa Sáez en sacudirse el dominio céltico y dar sus primeras señales de vida en ataque. Fue en un buen centro desde la izquierda de Jorge Fernández que Camochu no llegó a empujar a la red por muy poco.

Los balones en largo buscando la velocidad de Hicham eran el mejor recurso ofensivo de un Celta B que controlaba la pelota pero no era capaz de hacerla circular con fluidez y menos aún de encontrar un buen último pase. Así, casi a la media hora de encuentro, de un gran control a un nuevo pelotazo del delantero céltico surgió otra oportunidad de peligro de los locales. Porque tras bajar con mucha clase la pelota Hicham encaró a dos defensas y consiguió sacar un disparo cruzado que el meta del Coruxo despejó a córner con apuros.

También tuvo que emplearse a fondo Iván Villar para mandar a saque de esquina un potente y bien colocado lanzamiento lejano de Jorge Fernández, que a punto estuvo de sorprender al meta céltico.

El partido parecía condenado a definirse en una acción de estrategia y a punto estuvo de suceder antes del intermedio, en una falta lateral ejecutada por Gustavo Ledes y que Brais Méndez, en inmejorable posición, no acertó a cabecear al fondo de la portería del Coruxo.

Y aún hubo tiempo antes del descanso para otro acercamiento por parte del Celta B, un lanzamiento raso desde la frontal de Hicham al que Alberto Domínguez volvió a responder con otra buena intervención para mandar la pelota a saque de esquina.

La segunda mitad parecía anunciar otro ritmo e intención por parte del Coruxo, que volvía al campo con un potente disparo de Jorge Fernández que obligaba otra vez a Iván Villar a estirarse para evitar el tanto.

No hubo tiempo para ver si realmente iba a ser así porque instantes después llegó la acción que definió el derbi. Como se esperaba, fue una jugada a balón parado, una falta lateral sacada con mucha intención por Ledes y en la que Iosu Villar, al tratar de despejar, acabó introduciendo la pelota en su propia portería.

El gol invirtió los papeles. Ahora era el Coruxo el que tenía la pelota sin saber muy bien qué hacer mientras que el Celta B optaba por replegarse para buscar la sentencia al contragolpe. La tuvo en tres buenas acciones. Primero en una llegada por la derecha de Kevin, quien profundizó hasta línea de fondo y buscó un pase de la muerte que la defensa visitante despejó antes de que Juan Mera llegase al remate. Poco después, en un gran pase de Brais para Hicham, que dejó pasar la pelota habilitando a Juan Hernández. Sin embargo, el mediapunta céltico no acertó a definir en el mano a mano.

Y acto seguido, antes del tercer contragolpe céltico para haber cerrado el partido, el Coruxo tuvo su opción. Camochu controló muy bien una pelota en el área local y, en lugar de darse la vuelta y rematar, buscó a Quique Cubas, que en el punto de penalti no acertó a conectar con la pelota.

Quedaban aún casi diez minutos cuando Hicham, en una gran galopada, pudo haber evitado el agobio final de los célticos pero su intento de regate ante Alberto Domínguez no prosperó y en el rechace Joao Camacho tampoco acertó a llevar el balón al fondo de la portería.

Así, quedó abierta la puerta para una última opción del Coruxo y esta llegó con el tiempo casi cumplido. Fue en una falta casi sobre la misma línea del área de Borja Fernández, que los visitantes reclamaron como penalti pero el árbitro señaló fuera del área. Con todo el conjunto de Rafa Sáez volcado para buscar ese último remate, Pibe disparó fuera y el colegiado señaló el final de un derbi que consolida al Celta B en los puestos de privilegio y frena momentáneamente la escalada del Coruxo.