El Celta ha comenzado a moverse para intentar minimizar los efectos del arbitraje sufrido en Ipurua a manos de José Luis Munuera Montero en la vida competitiva del conjunto que dirige Eduardo Berizzo. El club vigués presentará hoy mismo ante el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) alegaciones contra las tarjetas rojas recibidas por Hugo Mallo y Sergio Álvarez.

En su recurso, los servicios jurídicos del Celta intentarán desmontar la versión recogida por el colegiado andaluz en el acta del partido, en la que acusa al capitán céltico de insultarle. "En el minuto, una vez finalizado el partido el jugador número 2, Hugo Mallo Novegil, fue expulsado por dirigirse a mí en los siguientes términos: eres un sinvergüenza", escribió. A continuación, en el capítulo dedicado a otras incidencias el árbitro precisa: "Una vez finalizado el partido, estando en el vestuario arbitral, el jugador [Hugo Mallo] entró en el mismo para ofrecer disculpas".

El Celta, que tras el choque difundió un comunicado en el que acusaba de mentir al colegiado en la redacción del acta, presentará hoy su propio relato de lo sucedido ante el Comité de Competición. El club vigués niega, en primer lugar, que Mallo llamase "sinvergüenza" al árbitro. La versión que sale del vestuario del Celta es que el zaguero le recriminó a Munuera Montera que no hubiese señalado tres penaltis de favor del Celta [uno por derribo de Sisto, otro por falta en el área a Bongonda y un tercero por mano en el área de un defensor del Eibar] y le dijo literalmente: "¡Qué vergüenza!". El matiz no es en absoluto irrelevante porque puede incrementar o reducir de forma considerable la sanción que, con toda probabilidad, le será impuesta al futbolista. El primer caso ["Eres un sinvergüenza"], se considera insulto al árbitro y está tipificado con una sanción mínima de cuatro partidos de suspensión; el segundo ["Qué vergüenza"], supone simplemente desconsideración.

El Celta rechazará igualmente en su escrito de alegaciones que Hugo Mallo pidiese disculpas al árbitro por insultarle, como éste recoge en el acta, ya que, el jugador sostiene que él nunca le insultó. Hugo Mallo reconoce que pasó por el vestuario del colegiado para disculparse pero lo hizo únicamente por haber protestado a la conclusión del partido y que en ningún momento hace alusión a ese supuesto insulto. Esa visita a la caseta es la que, siempre según la versión viguesa, es la que convierte Munuera Montero en una disculpa por el insulto cuando era por haberle protestado de forma enérgica.

El Celta informó ayer de que también va a presentar alegaciones contra la expulsión, igualmente con roja directa, del portero Sergio Álvarez, en este caso por protestar desde el banquillo. Según reza el acta, el guardameta de Catoira fue expulsado por "protestar una de mis decisiones de forma ostensible y con los brazos en alto, pateando un nevera que había junto al banquillo en repetidas ocasiones".

El club vigués no va a recurrir, en cambio, las tarjetas amarillas recibidas por Facundo Roncaglia y Pablo Hernández, aunque éste último se va a perder el próximo partido de Liga ante el Granada en Balaídos al cumplir su primer ciclo de cinco amonestaciones. Roncaglia, mientras, suma cuatro con la vista en Ipurua y está a una sola amonestación de la suspensión. Tampoco se recurrirán las recibidas por Rubén Blanco y Theo Bongonda, ambas por protestar, ni se van a presentar alegaciones contra las acusaciones vertidas por el árbitro contra el preparador físico celeste, Pablo Fernández, de quien se señala: "Una vez finalizado el encuentro, se dirigió a mi asistente número uno en el túnel de vestuarios, de forma airada y a voz en grito, en los siguientes términos: "Es una vergüenza lo que habéis hecho", repitiéndolo en varias ocasiones, teniendo que ser sujetado por otros miembros del cuerpo técnico".

Con independencia de si prosperan las alegaciones del Celta, lo que parece improbable por el peso que el acta, a la que se da presunción de veracidad, tiene en las decisiones del Comité de Competición, todo hace indicar de que el equipo celeste va a pagar una elevada factura de sanciones por su visita a Ipurua.