Se esparaba un encuentro difícil y muy disputado entre dos viejos conocidos, pero ayer en A Cachada pudo verse a un conjunto vigués con demasiado respeto a los de Boiro. Daba la sensación de que les tuvieran "miedo" y excesivo respeto a un rival que por nivel en estos momentos está por debajo de los vigueses. Muchas veces es la cabeza la que no responde, lo que explica esta derrota a todas luces inesperada.

Como viene siendo casi habitual el conjunto vigués comenzó el encuentro excesivamente relajado y sin entrar en el partido. Esta relajación hizo que los locales se marchasen rápidamente en el marcador con diferencias abultadas de hasta cinco puntos, 10-5. Se esperaba una reacción viguesa, pero no aparecía por ningún sitio ya que la diferencia inicial siguió aumentando hasta ponerse por delante siete puntos a favor del conjunto de Boiro, 17-10. Todo era motivado por el gran número de errores que los vigueses estaban cometiendo. Esta diferencia de siete puntos dio tranquilidad a los locales, que fueron capaces de finalizar el set con una diferencia que de entrada ni ellos mismos esperaban.

El segundo set ya comenzó con los vigueses más despiertos y metidos en el partido. Daba la sensación de que el primer set lo habían utilizado como calentamiento y una vez rodados comenzaron a jugar y a equilibrar el encuentro. Ya desde el inicio los vigueses se fueron en el marcador por una diferencia de seis puntos (3-9) que dejaba claras las intenciones de unos y otros. A medida que transcurría el set esa diferencia se mantenía lo que significaba que había comenzado otro encuentro. Con todo los locales no dejaban de luchar lo que motivó un acercamiento en el marcador ya que fueron capaces de recortar tres puntos y ponerse en un peligroso 12-15, e incluso llegaron a 15-15. Los vigueses no fueron capaces de reaccionar y con empates consecutivos se llegó a la recta final del set que se fue al casillero local gracias a la experiencia de sus jugadores.

El comienzo del tercer set fue muy parecido al primero. Los locales se aprovecharon de los errores visitantes para ponerse por delante con cierta facilidad 6-3. Esta diferencia se aumentó para llegar, con cierta facilidad, hasta el 11-6, lo que ya dejaba casi el camino libre para que los tres puntos se quedasen en Boiro. Los vigueses seguían manteniendo un alto nivel de errores.

De esta forma y después de la victoria del Valladolid en Dumbría a los vigueses no les queda ninguna posibilidad de disputar la Copa Príncipe de Asturias y lo harán los vallisoletanos y los de Ferrolterra.

El próximo fin de semana los vigueses descansarán debido al número impar del grupo.