Los principales responsables de la Federación Gallega se reunieron en Santiago con representantes del fútbol base de toda Galicia. Una reunión que ha arrojado resultados prácticos que podrán aplicarse cuando sean revisados por el Comité de Fútbol, medidas destinadas a mejorar el espíritu pedagógico del fútbol base.

"Muy productiva", describen desde la Federación Gallega la reunión convocada a instancias del presidente, Rafael Louzán. Habían sido convocados treinta clubes, que enviaron en total cincuenta representantes. Rafael Louzán, por su parte, estuvo acompañado por los cinco vicepresidentes federativos: Gustavo Falqué, Juan Luis Villamisar, José Manuel Fernández Cid, Carlos Méndez y Javier García. También asistieron los directivos José Manuel Fernández y Amancio Varela, y el director deportivo Manu Fernández.

El objetivo era escuchar las propuestas para la mejoría del fútbol base gallego que todos tuviesen, así que el encuentro se desarrollo bajo un formato abierto tras una breve introducción a cargo de Louzán. Fueron tres horas de intercambio de ideas. Los representantes de los clubes se mostraron preocupados por cuestiones como la violencia en los campos de fútbol, tanto física como verbal, o el efecto que las goleadas demasiado abultadas pueden provocar en los jugadores pequeños. Para solucionar estas y otras cuestiones se han acordado una serie de medidas que se remetirán al Comité de Fútbol para su aprobación.

Los reunidos han acordado la congelación de los resultados a partir de una determinada diferencia de goles, aunque la cifra debe concretarse. En esa misma línea se ha apuntado la posibilidad de que se elimine la visibilidad de los goleadores en los resultados de los partidos. Son propuestas tendentes a controlar el orgullo de los jugadores, que ni se deteriore ni se alimente.

En cuanto al tema del ambiente que se vive en los partidos de fútbol base, los reunidos proponen controlar el acceso de los padres y del público en general a las actas de los partidos. Además, ya a partir de enero se autorizará a los árbitros a suspender partidos en caso de insultos graves por parte del público asistente. Esta medida se probará en la segunda parte de la temporada en la categoría alevín.

Otras medidas que se estudiarán serán instaurar los cambios volantes también en primera y segunda categoría autonómica infantil y adaptar los tiempos de juego a las categorías, ya que ahora mismo duran igual los partidos de biberones a alevines de fútbol ocho.