La afluencia de espectadores al estadio de Balaídos ha disminuido en un 10,8 por ciento con respecto a la pasada temporada, según un estudio elaborado por "Deportes y Finanzas" a partir de los datos de asistencia a los estadios de Primera División recogidos por la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Las incomodidades generadas por las obras de remodelación del estadio y el incremento del precio de los abonos son los factores que han influido en la disminución de la asistencia a los partidos. Balaídos es, de hecho, el segundo estadio de Primera División en el que más ha menguado la asistencia al campo, por detrás de Ipurua, el campo del Eibar, que registra un descenso del 14 por ciento. La mengua no solo afecta a Balaídos, sino a otros históricos estadios de Primera, como Riazor (-6 por ciento), el Sánchez Pizjuán (-5,5), Anoeta (-4,6), el Bernabéu (-3,8), el Calderón (-1,6) y La Rosaleda (1,2). El resto de los campos de Primera registra un crecimiento positivo de espectadores, especialmente acusado en los estadios de los tres recién ascendidos: Osasuna (+21,2), Alavés (+45,3) y Leganés (166,8).