La mala suerte continúa cebándose con el Ribadumia. Casi habría que pensar en una maldición ante lo inexplicable de los episodios de pánico que le entran al equipo aurinegro en los últimos minutos de cada partido. Si hace quince días fue el Cerceda el que volteó el marcador en el descuento, ayer fue el Barbadás el que fue capaz de arrancar un punto con una igualada materializada en el minuto 94 de juego para desesperación de todos los aficionados de A Senra.

El exagerado descuento alcanzó los cinco minutos y en el 92 Oli ya pudo haber hecho el empate de no ser por la excelente parada de Táboas, que sí que no pudo hacer nada para que nuevamente Alfredo le batiese con maestría ante la condescendencia de la defensa local en el fatídico minuto 94.

Una decepción para los locales que se veían con los tres puntos en el bolsillo.