Prosigue la aventura del Club Vigo que sumó ayer un nuevo triunfo en su pista ante un complicado rival como el Badajoz que le ofreció una importante resistencia.

Los dos equipos lucharon al máximo sin dar ningún balón por perdido y solamente la mayor contundencia en sus ataques y la resolución en la red de los vigueses hicieron posible que esta victoria se quedase en Vigo.

El encuentro comenzó con un conjunto local muy relajado y excesivamente confiado en sus fuerzas. Ellos provocó que los visitantes se pusiesen muy pronto por delante en el marcador y con diferencias notables (0-5 y 7-13). Desde ese marcador los locales, congrandes bloqueos, fueron capaces de darle la vuelta al marcador para empatar el set a 17 puntos aunque los vigueses lo hicieron caer de su lado.

El segundo set comenzó con el mismo guión que el anterior aunque se veía que los locales no querían dejar que los visitantes se les marchasen en el marcador. De esta forma se pasó de un inquietante 5-9 a un esperanzador 17-13. La insistencia local en el ataque y nuevamente los bloqueos hicieron que el set cayese en el marcador vigués.

El tercer set es el que todos esperaban se quedase también para los vigueses y sobre todo poder finalizar con el casillero a cero para los visitantes. Pero no fue así ya que con el guión marcador en los dos sets anteriores los pacenses se marcharon en el marcador con cierta facilidad y con un conjunto vigués demasiado relajado y excesivamente confiado en poder resolver con facilidad el encuentro (14-20). Cuando todos esperaban una fácil finalización del set los vigueses sacaron todo su coraje para llegar a ponerse a un solo punto de sus rivales , 22-23, pero un fallo local y un gran ataque visitante cerraron el set.

El cuarto, que sería el definitivo, comenzó con mucha igualdad y ninguno de los dos equipos se separaba del contrario. Después del empate a 9 puntos fueron los vigueses los que se escaparon, muchas y buenas defensas, para despegarse en el marcador de hasta cinco puntos 17-12. Aún apretaron los pacenses, pero el partido ya estaba a buen recaudo.