Poco hay que contar del derbi gallego entre el líder de la categoría y el colista. El encuentro fue tal y como estaba previsto, con un conjunto céltico muy superior que se reflejó en el marcador final.

El Celta llevó el peso del encuentro, moviendo el balón con soltura y llegando con peligro. Tanto fue así, que a los quince minutos ya mandaba en el marcador.

Al final de la primera parte, el encuentro ya estaba sentenciando, con los tres goles marcados por el equipo vigués. De Dios, ayer cumpliendo sanción, movió el banquillo y le dio entrada a Ton, que se reivindicó ante el entrenador marcador cuatro de los seis goles de la segunda parte. El Celta presionó hasta el final, de ahí la goleada al final del encuentro.