Otro de los grandes saltos que el Celta ha dado tiene que ver con la inversión realizada durante la temporada 2015-16 y que supuso una cifra total de 19.849.177 euros, la más alta desde que Carlos Mouriño es presidente del club vigués. Esta inversión se produce por la compra de diferentes jugadores tanto el verano de 2015 como en la ventana de invierno en enero de 2016.

A lo largo de este periodo el Celta invirtió 7 millones en Claudio Beauvue; 1,2 millones en Drazic; 2,8 millones en Daniel Wass; 1,8 millones en el chileno Marcelo Díaz; 1 millón en Guidetti y 5,1 millones en repescar a Iago Aspas del Sevilla. A estos números hay que sumar otra cifra y son los 600.000 euros que costó el 40% del joven Pape que no era propiedad en esos momentos del Celta. Prácticamente son veinte millones de euros que el club ha utilizado para mejorar de forma importante el nivel de la plantilla y de paso aumentar su patrimonio.

A la espera de lo que suceda en el mercado invernal (donde a estas horas no está previsto movimiento alguno de entrada en el club teniendo en cuenta la amplitud de la plantilla), la cifra de gasto en jugadores desciende de una manera evidente en la temporada 2016-17. Por ahora el Celta ha gastado 5 millones en Pione (una cifra que aumentará en un par de millones porque el danés va camino de cumplir una serie de objetivos), 1,5 millones en José Naranjo y lo 500.000 euros en Alvaro Lemos. Rossi llegó libre, al igual que Roncaglia. En ese sentido el cambio de una temporada a otra en el Celta es realmente importante. Siete millones, es decir reducir a una tercera parte la inversión en contratar futbolistas. En ese sentido, en el club entienden que ese movimiento que necesitaba el club ya se realizó la temporada pasada y que ahora se trataba de consolidar ese cambio.