Adriano Correia ha defendido que tributó correctamente los beneficios obtenidos los años 2011 y 2012 por sus derechos de imagen y ha negado que tuviera intención de ocultarlos a través de una empresa radicada en Madeira. El exjugador del Barça ha declarado como investigado en el juzgado de instrucción número 9 de Barcelona. La Fiscalía le acusa de haber defraudado 646.085 euros.