Hacía tiempo que por el Pahíño no se veía un equipo con toque y criterio, que circule el balón de forma milimétrica. Como poco, no se veía esa calidad desde que El Olivo se desmanteló la temporada pasada y sus "jugonas" (Clo, Nati, Pauleta, Andrea Mirón y Carla González) se han ido a liderar la Liga portuguesa al Sporting de Braga.

El Oviedo Moderno cerró en Navia su victoriosa gira viguesa. En menos de dos meses ganó en As Relfas (0-1), Penedo da Moo (0-3) y en el Pahíño (1-6). Las de Ángel González resultaron una apisonadora que redujo el encuentro a una partida de diez minutos, los que tardó en ponerse por delante.

El Oviedo Moderno, equipo descendido de Primera, demostró su deseo de recuperar una categoría que ha disputado las tres últimas campañas de forma consecutiva.

Las locales, no obstante, tuvieron un punto a su favor que las honra y mucho. Tras seis minutos de exhibición de Isabel Corte, que firmaba un hat-trick, El Olivo siguió peleando, marcó e incluso durante el encuentro tuvo un par de acciones a balón parado para meter en aprietos al adversario. A las de Toni Pazó les hicieron un set pero en el minuto 90 seguían corriendo como si pudieran ganar el encuentro.

La brasileña Erika daba todo un recital de desborde y llegada por la banda izquierda con pases mortíferos y las visitantes aparecían en oleadas de cuatro estiletes buscando más goles. Con todo, dos detalles injustos: el sexto gol fue un regalo de Ainhoa al dar una patada al aire en su salida que dejó el cuero franco a la delantera rival y que a las declaraciones del técnico visitante en twitter ("no hicimos nuestro mejor partido, pero lo sacamos adelante con solvencia") les sobra la primera parte del enunciado.