Un solitario tanto de Fernando en la segunda parte permitió al Coruxo sacar petróleo de El Sardinero ante un Racing que flojea en las últimas jornadas, en las que los de Viadero han sumado solo dos puntos de doce posibles y ven cómo la Cultural se les escapa en la tabla. En un encuentro con una parte para cada equipo, los vigueses jugaron mejor sus bazas.

La primera parte del choque fue de claro color visitante. El Coruxo salió con dos velocidades más que su rival y fruto de ello llevó la iniciativa casi siempre. Avisó primero, sin embargo, el Racing en una jugada aislada. Lo hizo a balón parado, en una falta botada por Dani Aquino que se perdió junto a la cepa del poste izquierdo de la portería defendida por Alberto.

La segunda oportunidad del partido también sería racinguista. Caye Quintana habilitó a Héber, quien se internó en el área gallega en rápida conducción, pero el mediapunta se equivocó queriendo ceder el balón a Aquino, ya que la defensa del Coruxo interceptó su pase.

Defensa adelantada

Pese a que las dos primeras ocasiones del partido habían sido del Racing, era el Coruxo quien más hacía por desnivelar el marcador a su favor. Para conseguirlo, el equipo de Rafa Sáez adelantaba la defensa hasta casi el centro del campo y ejercía una presión sobre la salida de balón verdiblanca que incomodaba muchísimo a los de Viadero.

Carecía de profundidad, no obstante, el conjunto vigués y eso le impedía generar ocasiones claras sobre la portería de Crespo, quien apenas tuvo que intervenir en todo el primer acto. Un remate de Alberto García en el segundo palo tras una falta botada por Antón a punto estaba de desembocar en el primer tanto gallego, pero el cancerbero del Racing alejaba el peligro en una gran intervención.

De las botas de Antón nació casi todo el peligro del Coruxo, sobre todo en jugadas ensayadas que llevaban la firma del centrocampista. En un córner con su rúbrica Fernando obligó a emplearse a fondo a Crespo, que sacó el cabezazo del jugador del Coruxo como pudo.

La última acción reseñable de la primera parte fue una internada de Héber por su lado que acabó con un remate de cabeza en falso de Dani Aquino, cuya movilidad puso sobre aviso a la defensa del Coruxo en los primeros 45 minutos de juego.

Tras el paso por vestuarios la decoración del partido varió por completo. La causa principal de que así fuera es que el Racing de Santander cambió de planes y se fue con todo hacia arriba. Dani Aquino dispuso de un mano a mano tres minutos después de la reanudación para abrir la lata de los de Rafa Sáez, pero Alberto se sacó un dedo de la chistera y evitó el tanto verdiblanco. Tras el fallo el Racing volvió a la carga, esta vez por mediación de Bontempo, quien apuró por su banda hasta línea de fondo y puso un balón de oro a Óscar, cuyo remate de cabeza ser marchó alto.

Balón de oxígeno

Cuando peor lo estaba pasando el equipo vigués, sin embargo, llegaría el gol que permitía al Coruxo coger aire, obra de Fernando tras un balón colgado al área racinguista.

A partir de ahí el encuentro ya se convirtió en un monólogo del Racing Club, que volcó el campo sobre la portería de Alberto, pero no encontró el premio a pesar de que se vació. El técnico visitante Rafa Sáez empezó entonces a mover su banquillo y entre parón y parón fueron pasando los minutos. En una contra tuvo la sentencia Javi Camochu, pero Crespo evitó males mayores para su equipo y el marcador ya no se movió.

Al final victoria de un Coruxo que se encontró con un gol a favor ante un Racing Club que, pese a que lo intentó, continúa inmerso en un profundo bache de resultados.