El Godoy Maceira Balonmano Porriño tropezó con uno de los grandes del balonmano nacional. El equipo de Abel Estévez se estrelló contra la defensa y la portería del Rocasa y sumó su segunda derrota, la primera como local. En la primera parte, los errores de los dos conjuntos mantuvieron relativa igualdad y emoción en el choque, aunque las de Antonio Moreno, apoyadas en su primera línea, siempre fueron un punto superiores. La renta de 3 goles al descanso (12-15), unido al parcial de 0-2 a la vuelta de los vestuarios, permitió al equipo insular romper el partido e incrementar su ventaja hasta los 7 tantos (14-21, min. 40), nueve goles minutos después.

El Municipal de O Porriño, con una muy buena entrada -rozando los 600 espectadores-, estaba preparado para presenciar uno de los encuentros más igualados, a priori, de la octava jornada de la División de Honor Femenina. Godoy Maceira y Rocasa llegaban empatados a puntos, solo separados por la mejor diferencia de goles de las canarias.

Los primeros compases del partido, marcados por los nervios en los dos banquillos, dieron muestra de esa igualdad. El 2-0 inicial sería una mera ilusión para las locales, ya que rápidamente Melania Falcón, María Luján o Almudena Rodríguez comenzaron a sentirse cómodas en la pista (2-4, minuto 10).

El Porriño, que solo lograba anotar con facilidad desde los 7 metros -Sara Gil lograría 5 de sus 6 primeros tantos desde esta línea-, intentó que sus habituales rotaciones diesen sus frutos, pero no lograron funcionar como en ocasiones anteriores, ya que el centro de la defensa canaria, con Almudena Rodríguez y Lusson, dejaban pocas opciones para encontrar a la pivote local. Además, las jugadoras de Abel Estévez eran incapaces de parar el potente lanzamiento exterior del equipo de Moreno.

La renta de tres goles al descanso (12-15), añadida al 0-2 de la vuelta de los vestuarios y a que las locales solo lograron 2 goles en los diez primeros minutos del segundo tiempo, rápidamente decantaron la balanza para el conjunto insular.

La opción del portero-jugador tampoco dio muy buenos resultados, ya que el Rocasa lograba anotar varios goles con la portería desprotegida. Desde este momento, el Porriño optó por repartir minutos entre sus jugadoras menos habituales, como la lateral Danilza Liranzo.

También los cambios en el banquillo visitante, que se plantó en el Municipal con tan solo doce jugadoras y afrontó casi todo el choque con 8 de ellas, permitieron al Porriño maquillar el resultado en los últimos minutos. Así, del 20-29 a falta de poco más de seis minutos para el final del partido, se pasó al 24-29 que daría al Rocasa dos puntos más esta temporada. Las exclusiones de Almudena Rodríguez y Alexandra Tejeda también facilitaron que el Godoy Maceira lograse reducir la sangría anotadora de otros momentos del encuentro.