Victoria trabajada para el Arxil en el derbi ante un Celta Zorka que sigue sin saber lo que es ganar a domicilio. El conjunto vigués sumó su cuarta derrota del curso en la cancha del equipo de la ciudad del Lérez, que sigue contando sus partidos en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva por victorias y durmió líder, a la espera de los resultados del Patatas Hijolusa y el Cortegada.

El bloque celeste, ayer de negro, no supo aprovechar sus momentos ante un Arxil que tiró de agresividad y experiencia para superar a sus vecinas. La ex celtista Minata Keita y la exterior Waleska Pérez comandaron la victoria del equipo verde, que logró sobreponerse a los diferentes obstáculos que se le pusieron en el camino en forma de lesiones.

El encuentro tuvo de todo. El Arxil comenzó mandando, pero pronto el Celta reaccionó y entró en el intercambio de golpes. Al principio, la escuadra visitante salió perdiendo. Sin embargo, la marcha forzada de Carla Fernández por un mal giro en el tobillo trastocó los planes entre las filas pontevedresas. El equipo olívico, que perdía 20-12 a falta de dos minutos para rematar el primer cuarto, logró culminar la remontada al comienzo del segundo período con un parcial de 0-7 protagonizado por Cristina Loureiro, la máxima anotadora en el bloque celtiña.

En el ecuador del segundo cuarto, el Celta se ponía 22-23. Las pupilas de Cristina Cantero comenzaron a coger rebotes y encontraron el dinamismo ofensivo para disponer de más tiros fáciles. El Arxil parecía tocado moralmente, pero la escuadra de Vigo no lo supo rematar. Tras su paso por el banquillo para ser tratada por el fisio, Waleska Pérez resucitó a su equipo a base de atrevimiento. La alero venezolana se bastó por sí misma para, en arranques de garra y talento, destrozar todo lo que el Celta se había empeñado en construir.

El Arxil le devolvió a su contrincante el parcial de 7-0 y puso el encuentro en 30-25 a poco del descanso. El Celta volvía a estar perdido ante un rival que le asfixiaba en la presión. A base de agresividad, el conjunto de la capital de la provincia acogotaba a las viguesas, que pagaban su inexperiencia. Pese a ello, las chicas entrenadas por Cantero tocaron a rebato, mantuvieron el ritmo y lograron mandar el partido al descanso con un 38-32 en el marcador.

Amago de remontada

Si el inicio del segundo cuarto había sido malo para el Arxil, también lo fueron los minutos iniciales del tercero. El Celta firmó un 0-4 inicial que lo colocó a tan solo dos puntos de volver a empatar el encuentro (38-36). Sin embargo, una vez se asentó, el equipo verde volvió a poner la directa hacia la victoria.

De la posible igualada se pasó al 46-39 porque la escuadra viguesa pecó de inconsistente. Las jugadoras foráneas se veían lejos en el marcador y comenzaron a caer en excesos de precipitación.

El Celta no supo aprovechar los minutos en los que su rival dispuso de un equipo bajo ante la acumulación de faltas de Keita y la lesión de Ana Román y pecó de ingenuo. Cayó en las trampas que le puso el Arxil y su remontada acabó siendo imposible. Las chicas de Mayte Méndez supieron jugar de maravilla con el marcador, marcaron el tempo del partido y no permitieron que su rival se creyese que era posible una nueva reacción. El derbi se quedó en Pontevedra.