Aspas intenta mantenerse ajeno a las quejas que surgen desde el celtismo por su ausencia en la selección española. El jugador trató de restarle importancia ayer a su posible llamada para debutar en La Roja. Al finalizar el entrenamiento que el equipo vigués realizó a primera hora de la mañana en la capital holandesa, antes de emprender el viaje de vuelta a Vigo, Aspas manifestó a Televisión de Galicia: "Si tiene que llegar, llegará. Yo estoy tranquilo".

Sin embargo, al entrar en la terminal del aeropuerto de Peinador, el futbolista de Moaña se negó a realizar declaraciones públicas. No parecía estar de buen humor el moañés en su regreso a casa, después de que su equipo cayese derrotado el jueves en el Amsterdam Arena y de que ayer recibiese la noticia en tierras holandesas de que no entraba en los planes del seleccionador español, a pesar del extraordinario mes de octubre que ha protagonizado con el Celta, además de convertirse en el máximo goleador español de LaLiga. Mañana ante el Valencia, Aspas tendrá la oportunidad de demostrarle a Lopetegui que se equivocó al no convocarlo.