Un penalti de Alberto García sobre Raúl Ruiz en el último suspiro del encuentro privó al Coruxo de una victoria que mereció en la primera parte, pero dejó escapar tras el descanso. Los de Sáez se adelantaron dos veces, la última a siete minutos del final. Y cuando parecía que tenían amarrado el partido, se llevaron el tortazo del penalti final.

Brilló el fútbol por su ausencia en la primera, marcada por la presión que ejerció el Coruxo sobre la salida de balón chacinera. Apenas se vieron ocasiones de gol. Prueba de ello es que los únicos cuatro disparos que realizó el Coruxo sobre la portería de Royo llegaron desde la esquina. En uno de esos córners, eso sí, dio en la diana el conjunto gallego con un auténtico golazo olímpico de Antón, que sorprendió al guardameta del Guijuelo por el primer palo.

Tras el gol de Antón el Guijuelo pasó a controlar el juego, pero su dominio resultó infructuoso. No obstante, pudo lograr la igualada en una jugada elaborada por banda izquierda en la que Carmona cedió el balón a Ángel Sánchez. Jonxa recibió el pase de la muerte de su compañero en el interior del área, pero con todo a su favor mandó el balón a las nubes.

A partir de ahí el juego se tornó insulso y embarullado. Se defendió el Coruxo con orden y quiso salir rápido al contragolpe, pero el equipo de Mateo García se lo impidió. Pino, incluso, tuvo en sus botas el tanto del empate chacinero en el último suspiro de la primera parte tras un nuevo desplazamiento en lago de Jonathan Martín desde la línea de centrales.

Tras el paso por vestuarios el Guijuelo dio un paso hacia adelante y volcó el campo sobre la portería de Alberto, pero lo hizo a fuerza de casta más que de fútbol y su chispa no tardó en apagarse. Lo vio Mateo García y retiró del campo a Piojo y Ángel para dar entrada a Raúl Ruiz y Aitor Aspas.

De las botas de Aspas saldría el tanto del empate chacinero. Maiki le puso el balón en su pierna izquierda y el recién incorporado fusiló a Alberto desde dentro del área. Era llegar y besar el santo.

La alegría le duró al Guijuelo hasta que en otro saque de esquina botado por Antón y tras un rebote el balón acabó en las redes de Royo. Pero la cosa no iba a acabar ahí, porque en un final de locos Jonathan Martín devolvió las tablas al marcador escaso minutos después al convertir un penalti de Alberto García sobre Raúl Ruiz que impidió a los vigueses lograr una victoria que habían tenido muy cerca.