El Celta B llega pletórico a la reválida que le espera la próxima semana tras sumar una complicada victoria ante el Tudelano. Tres puntos que asientan al filial en el cuarteto de cabeza y que llena de fuerza al equipo de cara a los compromisos ante la Ponferradina del miércoles y el domingo frente a la Cultural Leonesa.

Aunque Alejandro Menéndez vive el día a día, no puede dejar de pensar en los duros compromisos que le esperan la próxima semana, y por ello decidió hacer rotaciones para repartir minutos y que sus jugadores llegaran con reservas para estos partidos. Posiblemente la más llamativa fue la de Kevin y, en menor medida, la de Castellanos y Joao, titulares hace una semana en Pamplona ante el Osasuna B.

Una de las mayores virtudes del filial en el encuentro de ayer fue la paciencia. El Tudelano no llegó a Barreiro a encerrarse, y durante muchos minutos plantó cara teniendo sus oportunidad, aunque si bien es cierto, buena parte de ellas vinieron más por desajustes defensivos que por acierto de los delanteros.

El juego estuvo equilibrado en la primera media hora. Los dos equipos querían hacerse con el control del centro del campo, imprimiéndole mucha velocidad al juego, con lo que la acción iba de un lado del campo al otro con rapidez. El Celta B no tardó en hacerse con el control del balón, cargando el peso de su juego por la banda izquierda. La ausencia de Kevin provocó que la banda derecha se quedara coja, sin asumir nadie la responsabilidad de cargar el juego por ese lado. Además, Hicham se echó hacia el centro, con lo que Borja Iglesias tenía que alejarse de la portería perdiendo opciones.

El Celta B se adueñó del partido en la recta final de los primeros cuarenta y cinco minutos. El Tudelano acusó el desgaste y su rendimiento físico bajó, con lo que el filial tuvo más fácil llegar al área defendida por Pagola. Hicham y Borja Iglesias fueron los más activos en el juego ofensivo, pero el balón no quiso entrar, y ambos equipos se marcharon a los vestuarios sin ser capaces de romper la igualada inicial.

Los navarros tomaron fuerza en el tiempo de descanso y volvieron a presionar en el comienzo de la segunda parte, pero no tardaron mucho tiempo en encontrarse con el primer gol de los célticos, en una buena jugada de Borja Iglesias que le mete el balón a Brais Méndez, que controla el balón y lo cruza ante la salida de Pagola. Un tanto que servía para desatascar el partido y que le abría el camino al conjunto filial.

Sin embargo todo se pudo venir abajo pocos minutos más tarde. Las indecisiones que había tenido la defensa en la primera parte, y que permitieron que el Tudelano pudiera marcar, volvieron a aparecer, pero por fortuna la defensa consiguió sacarse el balón de encima, pasando los momentos más delicados del encuentro.

Evidentemente el Tudelano se fue arriba buscando la igualada, con lo que dejaba huecos que el Celta B trató de aprovechar para sentenciar el encuentro. Menéndez le dio entrada a Adrián Rodríguez al ver cansado a Hicham, que hizo una gran desgaste físico. Borja Fernández había sumido los galones de Capitán General y tiraba del equipo hacia arriba aprovechando esos huecos que dejaban los navarros.

Tal y como se estaba desarrollando el encuentro, estaba más cerca el segundo gol del Celta B que el empate del Tudelano, pero ese segundo gol no llegaba y, por si acaso, el técnico vigués decidió darle entrada a Kevin para reforzar el trabajo defensivo.

Pudo llegar la sentencia a nueve minutos para el final, cuando Adrián Rodríguez se quedó solo ante Pagola y estrelló el balón en su cuerpo. Sin embargo, cinco minutos más tarde el delantero era zancadilleado dentro del área del Tudelano, y el colegiado no dudó en señalar el punto de penalti, transformando Borja Iglesias la pena máxima.

Con todo decidido solamente restaba por dejar pasar los minutos para llegar al final del encuentro, pero todavía quedaba lo mejor del encuentro, con una última jugada de Borja Fernández que arrancó con el balón casi en el medio del campo, llevándose a todos por delante y marcando el tercero.