El Celta da un paso más a la hora de apuntalar una plantilla en la que casi todos sus integrantes tienen firmados contratos de larga duración. El club amplió ayer el contrato de Hugo Mallo por dos temporadas más, hasta 2021, y situó su cláusula en los 30 millones de euros, la más alta de los canteranos (junto a Iago Aspas y Rubén Blanco) y solo por debajo de Pione Sisto y de Claudio Beauvue, cuya libertad cuesta 40 millones.

"Es una inmensa alegría seguir perteneciendo al club de mi vida", señaló el capitán celeste después de estampar, junto al presidente, Carlos Mouriño, su firma en su nuevo contrato. "Ésta es mi segunda casa, es donde he crecido, donde me han ayudado a crecer como futbolista y sobre todo como persona y quiero seguir los años que pueda. Le estoy muy agradecido al club, compañeros y afición", añadió el lateral marinense, que afronta en su octava temporada en el primer equipo en su momento más dulce de forma como acreditó el pasado domingo en el derbi ante el Deportivo cuando firmó uno de sus mejores partidos desde que llegó, en edad juvenil, al primer equipo. De hecho, el lateral ya lleva en lo que va de temporada dos goles (los marcados ante el Sporting de Gijón y frente al Deportivo), un detalle que confirma tanto su buen momento de forma como el grado de confianza que ha alcanzado en el presente ejercicio. Sigue siendo de una fiabilidad extrema en defensa, pero aún por encima sus prestaciones en ataque se han disparado en lo que va de ejercicio.

Hugo Mallo (Marín, 22 de junio de 1991) llegó a la cantera del Celta cuando estaba en categoría infantil y los responsables de A Madroa se hicieron con sus servicios. Dio el salto al primer equipo en el año 2009 de la mano de Eusebio Sacristán y desde su primer campaña ha tenido un notable protagonismo en la vida competitiva del cuadro, solo interrumpido por dos graves lesiones, una de rodilla sufrida en el Santiago Bernabéu en un partido de Copa del Rey en enero de 2013 que lo mantuvo fuera de juego siete meses, y otra en el hombro, al final de la siguiente temporada, con un periodo de rehabilitación de unos cuatro meses.

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Con este movimiento, el Celta blinda aún más a una plantilla y continúa la serie de ampliaciones de contrato que en los últimos meses, desde el pasado junio, le ha llevado a extender la relación con Rubén Blanco, Gustavo Cabral, Sergi Gómez y Pablo Hernández. Si exceptuamos a algunos de los fichajes realizados este verano y que firmaron contratos largos, -Beauvue, Naranjo, Pione Sisto y Alvaro Lemos lo hicieron hasta el año 2021-, Mallo es el primero de los componentes que ya estaban la plantilla que extiende su contrato hasta esa misma temporada. Pero son muchos otros los que tienen comprometidas varias temporadas en el equipo. Hasta 2020 tienen contrato Iago Aspas, Drazic, Guidetti, Rubén Blanco, Jonny, Roncaglia y Pablo Hernández. Y hasta el año 2019 están comprometidos Wass, Bongonda, Marcelo Díaz, Fontás, Orellana, Cabral, Alex López, Radoja y Sergi Gómez. Es decir, que prácticamente toda la plantilla del Celta -21 de 27 futbolistas, es decir, las tres cuartas partes- tiene firmados como mínimo dos años y medio más. Una garantía de futuro para el actual proyecto del equipo y más teniendo en cuenta que hablamos de una plantilla con una media de edad bastante joven. Ahora mismo, solo quedan por resolver con cierta urgencia el caso de Carlos Planas, que es el único cuyo contrato finaliza a la conclusión de la actual temporada. Para el 2018 habrá que resolver los casos de Sergio Alvarez, David Costas, Josep Señé y Rossi, este último una situación especial porque a final de esta temporada el Celta tiene la opción de prolongar por una campaña más su relación con el Celta.