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ATLETISMO

Mosquera se emancipa

La viguesa cambia el Comesaña y a Oliva Román, club y entrenadora de toda su vida, por el ADAS y Martínez Ageitos

Sandra Mosquera en una carrera reciente // Adrián Irago

El atletismo gallego comienza a agitarse. Tiempo de mudanzas, lo propio de la época. Frank Casañas ha fichado por el Sporting de Lisboa, que aspira a proclamarse campeón continental; la Gimnástica, de suculentos bolsillos, se refuerza en División de Honor con los célticos Porto y Abalde; del Comesaña se van Angela González al Piélago y Sandra Mosquera al ADAS... El nombre de la viguesa se cuela entre las novedades, pero no es un cambio de domicilio más. Mosquera deja al club de su vida y a la entrenadora, Oliva Román, que la ha tutelado desde sus primeras zancadas. Un movimiento consensuado, sin traumas, pero que supone para ella todo un examen de madurez.

Sandra Mosquera cumplió en junio 26 años. Ha pasado la mitad de ellos a las órdenes de Oliva Román, que la descubrió con 13 en un cross de promoción de Castrelos. "No sé qué me llamó la atención en ella, pero me gustó su forma de correr", ha relatado en alguna ocasión la entrenadora del Comesaña Sporting Club, entidad en la que enroló a aquella niña. Mosquera. Román y Comesaña, conjunción ineludible hasta este punto exacto del camino.

Son, sin embargo, dos separaciones distintas, que de hecho "no tienen nada que ver entre sí", aclara la corredora. Ficha por la Asociación Deportiva Atlética do Sil (ADAS) porque en Ourense "quieren organizar un equipo muy competitivo de cross corto con el objetivo de lograr medalla en el Campeonato de España", posibilidad que no existe en el Comesaña. Además, le habían hecho una propuesta económica interesante. "Me pareció una buena oportunidad". En su club natal lo han entendido. Joaquín Pérez, uno de los responsables, le deja las puertas abiertas: "Me ha dicho que puedo volver en cualquier momento, si las cosas no me van bien".

La decisión de cambiar de técnico se mueve en coordenadas diferentes. La propia Oliva Román le había recomendado que valorase esta opción al comprobar hacia finales de la temporada veraniega que Mosquera estaba "algo desmotivada". El calvario físico ha pesado en esa fase depresiva. La joven corrió durante tres años con molestias en una rodilla hasta que le diagnosticaron que tenía los meniscos rotos. En noviembre de 2013 se sometió a una artroscopia para limar y limpiar la zona. La articulación le ha quedado bien, pero de la etapa de sufrimiento le ha quedado una descompensación muscular que le ha impedido rendir con regularidad. Mosquera, que ha participado en Mundiales y Europeos de cross en categorías inferiores y ha coleccionado numerosas medallas en todas las distancias del medio fondo en pista, sentía además que se había estancado. Román le indicó que quizás un cambio en sus entrenamientos podía ayudarle a romper ese corsé.

Así que se ha decidido. El pasado domingo se despidió de Oliva Román. Desde el lunes trabaja en el grupo que prepara Manuel Martínez Ageitos. Es pronto todavía para establecer comparaciones, aunque Mosquera se siente "contenta" en este periodo de transición. Ageitos, además, enfoca su preparación hacia el 1.500 de pista. En el cross, también prioriza el corto (4 kilómetros), mientras que Román se decantaba por el largo (10), aunque Mosquera no cree que la progresión que pueda experimentar vaya a notarse ya en esta temporada de invierno.

Celebra, en todo caso, haber podido dar este giro a su carrera de una forma conciliadora con su pasado. "El Comesaña es el club de toda mi vida y sé que en algún momento volveré. Siempre me han apoyado. Tanto Joaquín como el presidente, Belarmino, han estado ahí siempre que los he necesitado. Y con Oliva llevo trece años, hablándole de mis cosas casi todos los días. Es como una madre, alguien muy importante para mí. Ella ha sido la primera que ha pensado que me podía convenir un grupo de entrenamiento diferente. Ha entendido qué me pasaba. Quiero saber hasta dónde puedo llegar".

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