El goleada del Celta en el clásico gallego dejó en un segundo plano el centenario de Eduardo Berizzo como entrenador del Celta. En los algo más de dos años que el Toto lleva dirigiendo a la plantilla celeste, el equipo no ha dejado de crecer, continuando la labor de su antecesor, Luis Enrique, al que sustituyó en mayo de 2014 y quien ayer no figuraba entre los tres mejores entrenadores de la pasada temporada en la Gala de la Liga. Ganó Simeone por delante de Marcelino... Y de Berizzo, a cuyo Celta se le reconoce como equipo de autor.

La precipitada marcha del asturiano al Barça abrió un periodo de incertidumbres sobre el futuro de una plantilla que había encontrado acomodo en Primera sin los sobresaltos de su retorno a la máxima categoría. Los responsables del club vigués viajaron entonces a Chile en busca del entrenador que había conquistado títulos con el modesto O'Higgins. A Berizzo le avalaba el trabajo con Bielsa y su etapa como futbolista en Balaídos.

Manteniendo el estilo atrevido y de juego vistoso tan apreciado por la afición celeste, Berizzo iniciaba con éxito su segunda etapa en Vigo. Ganaba al Getafe en el estreno de la Liga y en la quinta jornada afrontaba el derbi gallego con seis puntos en la clasificación. El Deportivo sufría la primera de sus tres derrotas frente a Berizzo en el banquillo. Aunque el triunfo más significativo le llegaba a los célticos en el Camp Nou, rompiendo más de siete décadas sin ganar a domicilio al Barça. Para el técnico argentino, el victoria más meritoria fue ante el Atlético (2-0). Una semana después, Riazor también se doblegaba al juego de los celestes, que firmaron ante el Rayo Vallecano la goleada (6-1) de un curso que les aupó todavía más en la clasificación.

A pesar de bajas tan significativas en la plantilla como Krohn-Dehli, Mina o Augusto, Berizzo reconstruyó un equipo competitivo que brilló en la Copa y en la Liga, alcanzando las semifinales y el sexto puesto. El Celta regresaba una década después a las competiciones europeas, firmando otros triunfos significativos, como el 4-1 al Barça y el 2-3 al Atlético.

Con Nolito en Inglaterra, Berizzo inició su tercer año como entrenador del Celta con el mismo plan de construir un equipo competitivo. Enderezó el rumbo en la Liga después de tres derrotas. La mala racha se rompió en la Europa League, donde continúa invicto. Es segundo de su grupo y con muchas opciones de clasificarse para dieciseisavos de final.

El balance de Berizzo en estos cien compromisos es excelente: 42 victorias, 26 empates y 32 derrotas. Esto supone 1,5 puntos por partido. Alcanza un 44,6 por ciento de victorias, por sólo un 30,4 por ciento de derrotas. Renovó por un año, hasta junio de 2017, después de renunciar a la selección chilena y a ofertas importantes de España. Quiere conseguir como entrenador lo que no pudo como jugador del Celta: ganar un título. Está en ello.