Lewis Hamilton no arroja la toalla a pesar de la clara desventaja de 33 puntos que tiene a falta de cuatro carreras respecto a su compañero y líder del Mundial Nico Rosberg. El británico fue ayer el más rápido en la sesión de clasificación del GP de Estados Unidos por delante de Rosberg, y espera mejorar en su punto débil las últimas semanas, las salidas, para recortar diferencias.

El piloto de Stevenage se apuntó su novena pole de la temporada en un lugar en el que nunca lo había hecho, aunque sí ha ganado tres veces. "La vuelta ha sido la mejor del fin de semana y confío en realizar una buena carrera y dar emoción al campeonato", explicó Hamilton, que firmó un mejor crono en la Q3 de 1:34.999, inferior en dos décimas al de Rosberg.

El alemán, que lidera el Mundial con 33 puntos de ventaja y al que le valdría con seguir a la estela de Hamilton en las cuatro carreras que restan para asegurar el campeonato, dijo que no se conforma y aseguró que tiene buenas sensaciones para desafiar a su compañero desde la salida.

Por detrás de los dos Mercedes volvieron a establecerse los Red Bull, que mantienen su espiral ascendente y que optaron por estrategias diferentes: el australiano Daniel Ricciardo acabó tercero utilizando el neumático superblando, mientras que el holandés Max Verstappen lo hizo con el blando, más duradero para la carrera.

El tiempo de Ricciardo se quedó a cinco décimas de Hamilton y tres de Rosberg, una distancia con los Mercedes que se va estrechando carrera a carrera y que le hace estar "satisfecho".

Ferrari es, sin duda, la cara amarga del día y probablemente de la segunda mitad de temporada, desbancados ya por Red Bull en el papel persecutorio de los Mercedes, a más de un segundo de Hamilton y con los Red Bull a varias décimas, el finlandés Kimi Raikkonen saldrá quinto y el alemán Sebastian Vettel sexto.

El asturiano Fernando Alonso (McLaren-Honda), de cuyo segundo entorchado mundial se cumplían ayer diez años, se tomó el duodécimo lugar del que saldrá con una mezcla de filosofía y estrategia. Al no haber entrado en la Q3 podrá salir con neumáticos distintos a los superblandos que llevarán muchos de sus oponentes por delante, lo que le beneficiará al sufrir inicialmente menos desgaste.

"Salimos con la ventaja de poder escoger el neumático para iniciar la carrera. Si podemos remontar a los Williams y Force India y acabar entre los siete u ocho primeros sería ideal, para eso hay que hacer una buena carrera y adelantar en la salida. Ese es el objetivo máximo", explicó el ovetense, que compartirá la sexta fila con al mexicano Sergio Pérez (Force India).

Sainz sigue en Toro Rosso

El equipo Toro Rosso confirmaba ayer al ruso Daniil Kvyar y al español Carlos Sainz como pilotos oficiales para el Mundial del 2017. El piloto madrileño, que ayer conseguía entrar en la Q3 pero que no pasaba de la décima plaza final, cumplirá así su tercera campaña en la escudería austríaca.

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