El Real Madrid sumó un valioso y sufrido triunfo en Tel Aviv que ratifica su buen momento de juego, aunque el Maccabi le puso contra las cuerdas en un pésimo tercer cuarto que le dio al partido el suspense que le faltó en una primera mitad en la que los blancos fueron muy superiores (82-89).

El choque más repetido de la máxima competición continental, que reunía a dos equipos que suman catorce títulos, no defraudó a nadie. Los madridistas fueron superiores durante muchos minutos, aunque un parcial en contra de 16-0 tras el descanso les obligó a un esfuerzo extra para sumar su segunda victoria europea. Sobre todo porque el partido lo tuvo controlado durante casi todo el partido, pero sus ocasionales despistes permitieron a los israelíes entrar varias veces en el encuentro. A la última llegaron demasiado tarde.