Un triplete de Messi y un gol de Neymar (4-0) consolidaron al Barcelona en el liderato del Grupo C y fulminaron al Manchester City.

Fue un duelo intenso e igualado en el que pasaron muchas cosas que no estaban en el guión de ambos técnicos y que se llevó el Barcelona, porque se mostró un equipo más fiable y eficaz que su oponente.

A los 9 minutos, Jordi Alba, que acababa de recibir el alta médica, se resintió de su lesión y fue sustituido por Digne. Y en el 39, Mathieu reemplazaba a un renqueante Piqué después de que éste sufriera una una dura entrada de Silva.

Entre uno y otro incidente tuvo algo más de presencia el conjunto local, aunque el 1-0 llegó en un accidente. Messi agarró un balón en la línea de tres cuartos, aceleró y aceleró antes de cedérselo a Iniesta en el corazón del área y éste se lo intentó devolver al primer toque.

Fernandinho leyó la intención del manchego, pero resbaló justo cuando se disponía a interceptar el esférico. Y Messi lo aprovechó para sentar a Bravo y enviarlo al fondo de la red.

El astro argentino volvió loca a la defensa inglesa y el Barça pudo abrir brecha justo antes del descanso, en un mano a mano entre Bravo y Suárez, a quien Messi habilitó con su enésima asistencia. El chileno logró salvar el 2-0 en dos tiempos.

Un mal despeje de Bravo acabaría en las botas de Luis Suárez, que probaría a marcar de tiro lejano aprovechando que el chileno había dejado su meta vacía.

El portero del City intentó enmendar su error interponiéndose en la trayectoria del balón y tocándolo con la mano fuera del área. Ni si quiera protestó su expulsión. Guardiola sacrificó a Nolito para dar entrada a Caballero, y también a Clichy, que sustituyó al lesionado Zabaleta.

El exportero del Málaga tardó solo cuatro minutos en recordar cómo se las gasta Messi. Marcó dos goles más y forzó un penalti, que prefirió cedérselo a Neymar. Caballero le adivinó la intención, pero el punta brasileño se reharía en el minuto siguiente, al hacer el 4-0 en jugada personal.