Un solitario gol de un inspirado Yannick Carrasco dio al Atlético de Madrid una importante victoria ante un ultradefensivo Rostov (0-1), que levantó una auténtica muralla rusa que el equipo de Simeone tuvo muchas dificultades para superar.

Además de los tres puntos, que colocan al equipo español muy cerca de los octavos de final de la Liga de Campeones, con un pleno de victorias, el Atlético puso fin la racha de 26 partidos invicto del equipo ruso en su estadio.

Torres sustituyó al francés Gameiro y aunque lo intentó, no tuvo muchas oportunidades de lucirse. Aunque el rival no era ni mucho menos el Bayern ni el Barcelona, el Atlético salió a por el partido desde el pitido inicial y en los primeros quince minutos un omnipresente Carrasco, el jugador de moda en el Atlético, ya puso a prueba en dos ocasiones al portero local.

Torres también lo intentó y se fue en velocidad de César Navas, jugador criado en la cantera del Real Madrid, y pidió penalti tras ser derribado aparatosamente, aunque pareció que el central tocó la pelota.

La falta de ambición le acabó costando caro a los rusos. En la segunda parte, la tónica no varió, ya que los jugadores del equipo español siguieron intentando pacientemente derribar la impasible muralla rusa.

Cuando Simeone comenzaba a desesperarse, Carrasco abrió la lata tras un magnífico centro de nuevo de Juanfran al que no llegó Torres y el belga remató con la izquierda en el segundo palo.(min.62)

El resto del partido fue un querer y no poder de los rusos, aunque el ecuatoriano Noboa probó fortuna desde fuera del área, disparo que no sorprendió a Oblak. Mientras, un gris Griezmann decidió reaparecer al final y así tras un pase picado de Carrasco estuvo a punto de marcar de cabeza el segundo gol, pero Dzhanáev respondió con una gran parada.