El gobierno local no contempla deshacerse de Balaídos. Muy por el contrario, el alcalde, Abel Caballero, aseguró ayer que la reforma del estadio se desarrolla "con gran entusiasmo e ilusión para que Vigo tenga el campo del nivel europeo que merece". "Balaídos es y seguirá siendo público, es patrimonio histórico de la ciudad y no contemplamos su privatización en absoluto", aseguró poco después de que el presidente del Celta, Carlos Mouriño, plantease al Concello hacerse cargo de las obras y quedarse con la propiedad para explotar los bajos comerciales del inmueble.

Caballero se mostró cauto y aseguró no conocer en ese momento las declaraciones que había realizado Mouriño. "Tengo la precaución de escuchar las cosas para hacerme mi propia composición. Mouriño es un gran presidente, tenemos una relación fluida desde hace años y hablaremos", aseguró el alcalde, que dijo estar a la espera de que el presidente Mouriño le traslade su propuesta. Lo que dejó fue la mano tendida al Celta. "Balaídos forma parte del alma de la ciudad, es una parte inalienable de ella, patrimonio histórico de Vigo y el Celta lo tiene a su entera disposición. Balaídos y el Celta van juntos. Nadie concibe el uno sin el otro", destacó apostando por el entendimiento entre ambas instituciones.

La oferta de Mouriño para adquirir el estadio no cambia las relaciones con el Concello. "Mientras yo sea alcalde, el Celta va a tener siempre toda la cooperación de esta ciudad", aseguró Caballero, que puso como único límite a esa colaboración con el equipo "el cumplimiento de todas las normativas y leyes", sin entrar a pronunciarse sobre los proyectos para la ciudad deportiva que el club les presentó y no salieron adelante. El alcalde aprovechó su intervención para agradecer el trabajo de la directiva en los últimos años. "Tengo que felicitarlos porque el equipo tuvo una etapa floja, navegando por campos de segunda y ahora hay un gran proyecto deportivo. Acertaron", valoró sobre los resultados del Celta en el campo.

Caballero se mostró "encantado" con el trabajo de la dirección y añadió que "por eso estamos haciendo una gran reforma del estadio que está enteramente a disposición del Celta. El equipo es un gran patrimonio de esta ciudad al igual que el estadio, que lleva ahí tres cuartos de siglo", remarcó el regidor antes de reiterar que "no se contempla su privatización".

"Es un tema de la mayor importancia para la ciudad y cuando la directiva tenga un proyecto que enseñar los escucharé con atención. Daré mi opinión cuando lo conozca en profundidad", zanjó. Caballero aseguró no tener información directa por parte del presidente y espera que se la transmita "cuando llegue el momento y esté concretado". "Pero el Celta y Balaídos son patrimonio histórico de la ciudad", insistió antes de evitar pronunciarse sobre una posible revisión del convenio con la entidad deportiva si llega a venderse a un grupo asiático. "No me pregunten acerca de hipótesis", rechazó.