Duro golpe el que le asestó el Polígono San Ciprián al Unión Grove. En pleno día de fiesta en la localidad arousana, el único que pudo celebrar en Monte da Vila fue un conjunto ourensano que hizo de su carencia futbolística virtud en forma de contragolpes que sacaron los colores en más de una ocasión a la defensa azulona.

Eran tres puntos entre dos equipos muy necesitados de ellos. Ello se tradujo en pocos riesgos durante los primeros veinte minutos, pero el partido daría un vuelco tras el 0-1 cuando Calviño batió a Velay tras un despiste en las marcas. La reacción local no se hizo esperar y Diego Blanco fue el encargado de subir el empate tras una buena asistencia de Dieguito solo dos minutos después.

El gol espoleó a los de Nel Blanco, que no paraban de aproximar el balón al área rival, pero cuando más cerca parecía el 2-1 el partido entró en catarsis con dos tantos casi consecutivos del Polígono San Ciprián. Un nuevo error defensivo dejó a Guillermo solo para fusilar nuevamente a Velay mientras que el 1-3 llegó con un disparo lejano de Calviño.

En la segunda parte los visitantes no arriesgaron lo más mínimo. Mientras, el Unión Grove insistía en su empeño pero sin frutos en el marcador. Tuvieron los ourensanos alguna contra en la que no acertaron y Fiti recortó diferencias a falta de diez minutos. Los visitantes no tuvieron reparos para pertrechar aún más su área y salir airosos del asedio a la desesperada local.