El británico Andy Murray, segundo cabeza de serie, se coronó ayer campeón del Masters 1000 de Shanghái, su sexto título del año, tras vencer en la final a la revelación del torneo, el español Roberto Bautista, en dos sets (7-6(1) y 6-1), que duraron una hora y 36 minutos.

La final contra el castellonense, que venía de ganar al serbio Novak Djokovic, en semifinales, fue igualada en el set inicial hasta la llegada del tie-break, en el que numerosos errores no forzados del español dieron esa primera manga al escocés.

Bautista había plantado cara al escocés hasta el 5-4, cuando Murray ya dispuso de tres bolas de set que desaprovechó, y el español mostró su combatividad al romper el siguiente servicio del británico, para forzar un tie-break que perdió.

El español, de 28 años, se ha consolidado como el segundo mejor jugador de la temporada en pista dura, con 37 victorias (las mismas que el francés Gael Monfils), sólo por detrás de las 42 de Murray.