Llegaba el Rápido de Bouzas con la vitola de segundo clasificado y con un arsenal ofensivo digno de otra categoría. Sin embargo, la fe mostrada por los de David Sierra pudo más. Tras unos primeros compases de ubicación sobre el blando césped de A Senra llegó el único tanto. Su autor fue Fran Fandiño con un perfecto testarazo en el segundo palo tras un perfecto córner botado por Adrián Camiño. La plantilla en pleno se agrupó en torno al banquillo local desde donde salió la camiseta con el 10 de Changui para elevarla en alto en una dedicatoria muy especial ovacionada por ambas aficiones representadas en las gradas.

El gol sería la única manifestación ofensiva del Ribadumia en toda la primera parte. El Rápido de Bouzas puso toda la carne en el asador y dispuso de varios y peligrosos acercamientos. Un disparo elevado de Juanma y un posterior remate a la media vuelta de Raúl fueron los mejores exponentes de la tendencia de dominio visitante en la que había entrado el partido.

El paso por vestuarios no invirtió para nada la dinámica. Los de Patxi Salinas siguieron mirando al frente con su fútbol ante un Ribadumia al que le costaba horrores encontrarse a sí mismo con el balón en los pies. Incluso los vigueses pudieron empatar muy pronto cuando Carlos recogió un balón, en posición dudosa, y encaró a Táboas que respondió a la perfección al disparo raso del delantero.

El tiempo de descuento tuvo de todo. La perseverancia viguesa se topó nuevamente con Táboas y poco después con un gol anulado a Vieytes por fuera de juego tras un buen pase de Carnero.