El Real Madrid se apuntó de nuevo, como en el año 2000 en el nacimiento de la Euroliga, a un debut victorioso por 83-65 ante el Olympiacos, guiado de la mano de un Sergio Llull que fue el máximo anotador con 22 puntos.

No fue una victoria tan sencilla como puede indicar el marcador, ya que el equipo madridista sólo pudo respirar con cierta tranquilidad en los últimos minutos, cuando el equipo griego arrojó la toalla.

Un triple de Vassilis Spanoulis, después de casi minuto y medio de partido, inauguró la nueva Euroliga, aunque fue Sergio Llull el jugador más destacado del primer cuarto, anotando 15 puntos casi sin fallo, con 3 de 3 en triples, 2 de 2 en canastas de dos puntos y 2 de 3 en tiros libres.

El Madrid salió con la lección aprendida y con el objetivo de intentar atar lo más corto posible a Spaoulis. Llull fue el encargado.

Los fallos en los lanzamientos y las imprecisiones hicieron aparición en la recta final. Laso paró el partido con un tiempo muerto y puso veteranía y experiencia en pista, con la vuelta de Felipe Reyes. Luka Doncic elevó la renta a 12 puntos, 75-63, a falta de tres minutos, y a 13, con un triple (78-65) a falta de un minuto. El Madrid supo dormir el partido para cuajar un debut victorioso.