Era tan solo un entrenamiento, pero eso no impidió que aproximadamente un millar de personas aprovechasen la tarde-noche del domingo para tener una primera toma de contacto con las futuras estrellas del fútbol español.

Pasadas las 19:45 horas y tras el entrenamiento a puerta cerrada del conjunto estonio, la Selección sub-21 y su séquito saltaron al remozado césped de Pasarón para realizar una suave sesión de entrenamiento. Durante aproximadamente una hora, los futbolistas realizaron ejercicios colectivos de centro y remate, jugaron posesiones dentro del área con el objetivo de mover rápido el balón en espacios con mucha aglomeración y disputaron un "partidillo" a mediocampo ante la atenta mirada de una grada en la que destacaba la numerosa presencia de niños.

Al finalizar el entrenamiento, algunos de los futbolistas se acercaron a los bajos de la grada de Preferencia, donde se agolpaban los aficionados jóvenes y no tan jóvenes deseosos de hacerse una foto y conseguir la firma de algunos de sus ya ídolos.

Especial interés causaron los jugadores del Celta, Rubén Blanco y Jonny Castro Otto, y el barcelonista Denís Suárez, nacido en Salceda de Caselas y formado en la cantera celtiña hasta que dio el salto al Manchester City. Precisamente Albert Celades elogió a los tres gallegos en rueda de prensa y no se olvidó de Santi Mina, otro jugador regional habitual que, en esta ocasión, no entró en la convocatoria. "Fue difícil dejarle fuera porque ha hecho méritos para estar aquí", recalcó Celades.

Quedan entradas

En la tarde de ayer, la venta de entradas continuaba a buen ritmo. Las previsiones de los organizadores es que Pasarón registre una muy buena asistencia, cercana al lleno. La Federación Gallega de Fútbol y el Pontevedra recibieron en su momento 9.000 entradas para venta al público. Los 3.000 asientos restantes son para compromisos de la Federación Española.

Desde las 10 horas y hasta el mismo momento del partido, las oficinas de la Federación Gallega en Pasarón estarán abiertas para la venta.