El Femiastur perdió contra El Olivo un encuentro que deparó mucha más pasión que juego y que evidencia los problemas que está encontrando la plantilla que entrena Rubén Blaya para sacar adelante sus compromisos de casa; ayer cayeron ante un rival que, como las avilesinas, lleva una racha irregular de resultados: todo lo que ganan son incapaces de refrendarlo el domingo siguiente.

Un mal despeje de la defensa avilesina propició que las gallegas se adelantasen en el marcador por medio de Sara Quiroga cuando corría el minuto 19 del primer tiempo. Quedaba mucho partido por delante, pero el caso es que se llegó al descanso sin la sensación de que el Femiastur pudiera revertir el resultado adverso.

En la segunda parte, un penalti fallado por el "Femi" acabó de enterrar la moral de las avilesinas. Las locales pusieron mucho brío y corazón sobre el césped, pero poco orden en el campo. Fruto de la incesante presión en busca de la portería del Olivo llegaron numerosas ocasiones, pero ninguna llegó a buen término. El Olivo, también tuvo sus ocasiones, pero fue incapaz de acertar de nuevo con la portería de las locales, en parte por el buen trabajo de la portera Sheila y otras veces por su falta de acierto a la hora de definir.