Las cinco medallas conquistadas por el equipo español de piragüismo en los Juegos Olímpicos de Río estuvieron en Vigo. Maialen Chourraut, Marcus Cooper, Cristian Toro y Saúl Craviotto, que logró dos, realizaron una visita cargada de emotividad. Para el lucense era volver a Galicia con un trofeo logrado a base de esfuerzo y capacidad de superación junto a Saúl Craviotto, la pareja que deslumbró por su inmaculada trayectoria deportiva. Maialen Chourraut ya había estado otras veces en la ciudad como conferenciante. Los cuatro, acompañados de Juan José Ramón Mangas, presidente de la Federación Española de Piragüismo, mostraron las medallas a todos aquellos que se les acercaron.
Todos mostraron la satisfacción por el buen trabajo realizado en la cita de Río. Pero varias semanas después del acontecimiento olímpico mantienen la filosofía de que "el piragüismo necesitaba de estos éxitos para reivindicarse". Así lo afirmó Cristian Toro. El gallego fue uno de los grandes protagonistas de la temporada y de los Juegos Olímpicos. "Fue una sensación increíble, pero el mérito también es de de Saúl Craviotto. Formamos un equipo", reitera. Y el conjunto funcionó a la perfección. Tanto que fueron imbatibles desde el mes de mayo, cuando ganaron el preolímpico y la Copa del Mundo en Alemania. Todo éxitos.
Cristian Toro dice que "las medallas olímpicas son muy bonitas. Sientan bien. Pero también deben servir para que los más jóvenes se enganchen al piragüismo. Si trabajan bien pueden alcanzar grandes cosas", anuncia. Sus palabras son refrendadas por sus compañeros del equipo nacional. Saúl Craviotto añade que "es importante que la juventud tenga referencias en la élite. Nosotros aportamos lo que podemos". El leridano sumó al medallero español en la cita de Río la medalla de oro en K-2 200 y otra de bronce en K-1 200. Está última rodeada de suspense por lo apretado de la llegada. "Quedamos igualados mi rival y yo. Increíble. Pero la medalla la tengo yo", afirma sonriente.
Quizás el triunfo de Marcus Cooper en el K-1 1.000 fue el más sorprendente. No partía como favorito. Incluso logró la plaza olímpica en una repesca. Afable y extrovertido, el mallorquín no duda en afirmar que "la temporada ha sido perfecta. Sin duda". Y desvela que "la victoria fue una sorpresa para todos, incluso para mí. Pero estaba con fuerzas y salió bien".
Y al igual que el resto de los compañeros afirma que "vamos a seguir trabajando por y para el piragüismo". Preguntado por la posibilidad de repetir el éxito en Tokio dentro de cuatro años, señala que "hay que darle tiempo. Pero será uno de mis objetivos, sin duda".
Maialen Chouraut tiene una gran experiencia en el modalidad de descenso. Ha logrado varios títulos mundiales y europeos. En los Juegos Olímpicos de Londres logró la medalla de bronce en K-1. En Río de Janeiro, el oro fue suyo. "Llegué en el mejor momento y me salieron las cosas perfectas", señala. Conoce Vigo y Nigrán, a donde acudió en algunas ocasiones para ofrecer conferencias a los alumnos del Val Miñor de piragüismo. "Siempre es agradable y satisfactorio trabajar con los jóvenes", comenta.
Los cuatro se encuentran en la actualidad en periodo de vacaciones. Pero pronto regresarán a la competición. Saben que el nivel del piragüismo español aumentó de manera considerable tras la cita olímpica. Y que en los próximos meses también afrontarán competiciones exigentes, como el Campeonato de Europa o del Mundo. Allí coincidirán con los palistas del Kayak Tudense, el mejor equipo de España y que también aspira a brillar en el futuro en unos Juegos Olímpicos.
