Julen Lopetegui superó con notable la primera prueba de fuego al frente de la selección española. La Roja volvió a dar una imagen de equipo grande, dominador, muy alejada del anterior partido frente a Italia. En la Eurocopa se vio superada por el planteamiento de Antonio Conte, perfectamente ejecutado por sus jugadores. En Turín le devolvió la moneda en el juego, pero le faltó reflejarlo en el resultado. Tras el gol de Vitolo, España no supo frenar las embestidas italianas, con más voluntad que juego. Lopetegui tendrá que trabajar para conseguir una mayor solidez defensiva, además de la asignatura pendiente del delantero.

Una España trabajada. Varios jugadores españoles coincidieron en la previa del partido de Turín: con Julen Lopetegui hay más trabajo táctico. El partido de octavos de la Eurocopa había dejado la impresión de que Conte tenía perfectamente estudiada a La Roja y de que Del Bosque no encontró soluciones para contrarrestar el 3-5-2 italiano. En aquel partido, cada vez que los españoles intentaron una presión alta sobre el inicio del juego los centrales italianos encontraron una salida. Y, por contra, el plan de Conte obligó a De Gea a jugar en largo cada vez que le llegaba el balón. El miércoles, durante una hora, España empotró a Italia en su campo ante la incredulidad de su afición. Una presión tan bien ejecutada necesita una preparación previa y la complicidad de los futbolistas. Es un buen punto de partida para la "era Lopetegui".

Poco gol. España sacó poco rendimiento a esa hora de clara superioridad. Con Iniesta y Silva como organizadores, la selección llegó con soltura hasta el borde del área, donde se atrincheraron los italianos. Faltó claridad para el último pase y también la alternativa de los disparos lejanos. Dos remates entre los tres palos, fáciles para Buffon, es muy escaso bagaje para el buen primer tiempo de La Roja, que sigue sin encontrar un relevo goleador de primer orden para David Villa. Diego Costa y Morata, los preferidos de Lopetegui, necesitan terreno por delante para explotar sus virtudes. La falta de gol no es sólo achacable a los delanteros. El equipo necesita que los cuatro hombres que juegan por detrás del "9" lleguen más a posiciones de remate. Sólo Vitolo asumió ese papel y estuvo a punto de coronarlo con dos goles. La falta de Nolito, el jugador de banda con más gol, es otro problema añadido en esa tarea en la que siempre se ha distinguido.

Tarea pendiente. Más allá de las circunstancias del gol del empate, que puede achacarse a un fallo individual de Sergio Ramos, España no se mostró firme defensivamente cuando Italia cambió de plan. Lopetegui tiene trabajo para conseguir que la selección también sea fiable sin balón. Busquets se quedó muy solo en la tarea de equilibrar al equipo y tampoco llegaron soluciones desde el banquillo. Esta vez no estaba Bruno para auxiliar al barcelonista. España tampoco aprovechó el adelantamiento del rival para matar a la contra, pese a contar con dos especialistas como Diego Costa y Morata. Lopetegui ha tenido poco tiempo para hacer trabajo de campo con sus jugadores, pero merece un margen de confianza después de los tres primeros partidos. De momento, el empate le permite tomar una ligera ventaja sobre su gran rival para la plaza de clasificación para el Mundial de Rusia en 2020 que no parecía sencillo teniendo en cuenta el emparejamiento del grupo. El domingo espera Albania, equipo que ha sorprendido en el comienzo de la fase de clasificación y que desde hace tiempo ha demostrado que ya no es la perita en dulce a la que se goleaba sin piedad. En Tirana espera un ambiente fuerte y un tropiezo de los españoles abriría mucho la situación y lo que hoy son flores acabarían por convertirse en espinas en un plazo de tiempo casi meteórico. Lopetegui parece haberlo entendido.